El Concejo Municipal aprobó una ordenanza para regular la venta fraccionada de cerveza, que obliga a los comercios expendedores controlar la higiene de los growler o botellones y aplicar una etiqueta ante cada recarga. Ese autoadhesivo debe brindar información de la bebida, su fabricante y hasta la graduación alcohólica implícita. “Esta ordenanza se propone cuidar a los productores y a los consumidores con una regulación necesaria para un mercado en expansión”, observó el concejal Enrique Estévez, autor de la iniciativa.