En un dañado campo de juego mendocino, Godoy Cruz venció anoche a Newell’s por 2-1 en Mendoza y se trepó al podio de la Superliga. Fue el segundo triunfo del Tomba en el torneo, que llegó a los siete puntos y se puso a dos del líder Central. Mientras que para los rosarinos –que suman sólo una unidad en tres fechas—, la derrota los obliga a mirar con mayor preocupación hacia su flaco promedio.
En el ida y vuelta que propusieron en los primeros minutos, la chance inicial para abrir el marcador la tuvo la visita, pero Fértoli demoró el zurdazo al entrar en diagonal al área y permitió la buena respuesta de Roberto Ramírez, quien con buenas actuaciones se va acomodando en el arco que dejó vacante el uruguayo Burián con su partida a Colón en el receso.
Ese juego vertical, con transiciones rápidas de Newell’s encontraba la contrapropuesta en el local, que buscaba el control de la pelota y a partir de esa posesión, progresar asociadamente hacia el arco contrario. En eso estaban cuando una mala salida de Sills desembocó en un pelotazo que fue a la posición del Morro García, que le dio de derecha y venció la estirada de Ibáñez. Un golazo. Fue el reencuentro con la red del uruguayo –máximo artillero de la última Superliga (19 tantos)—, quien no había podido concretar en los dos encuentros anteriores del Tomba (1-0 a Estudiantes en Mendoza y empate sin goles con Argentinos en La Paternal).
A pesar de la ventaja local, la tónica del encuentro siguió siendo la misma y, cuando pudieron cruzar la embarrada mitad de cancha, ambos elencos llevaron peligro a cada área. Sin embargo, la diferencia pasó por los ejecutantes de uno y otro. A la inspiración de García y los desbordes incontrolables de Lencinas y Leguizamón en el Tomba; los rosarinos contrapusieron una deslucida tarea de Figueroa en la generación y una excesiva dependencia de lo que podía hacer Bittolo –lateral de oficio que anoche jugó de volante– con algún centro para intentar abastecer al siempre peligroso Leal. A pesar de ello, Newell’s tuvo la suya cuando Ramírez salió a cortar un pelotazo que le picó mal y lo dejó a mitad de camino. Pero una vez con la pelota en su poder, los rosarinos no pudieron acertarle al arco.
Godoy Cruz se fue acomodando al resultado y supo reconocer las debilidades de su rival. Le entregó la pelota a un Newell’s sin ideas y esperó para golpear en el momento justo. Ese momento llegó a los 64 gracias a un gran cabezazo de Cardona, que no sólo le ganó a los defensores rosarinos sino que también al Morro, quien sufrió el corpulento embate de su compañero mientras se elevaba para poner el 2-0. De Felippe mandó a Formica a la cancha, pero su equipo no mostraba reacción ante un rival superior. Aún así, el visitante encontraría el descuento sobre el final con un remate de Leal tras un rebote de Ramírez.
Con el 2-1, los últimos minutos se estiraron para el último subcampeón, que terminó dependiendo de las buenas respuestas de su arquero y, finalmente, pudo estirar su imponente racha en Mendoza –14 triunfos en los últimos 15 partidos– para volver a ser animador del fútbol argentino.