¿Qué es el FA CAFF? La respuesta fácil es “un festival de tango”. O “el festival de los amigotes del Club Atlético Fernández Fierro”. El “FA” viene de “familia”. Pero eso no termina de describir bien lo que se transpira en ese galpón de Almagro durante agosto ni por qué es una referencia ineludible para el género aún cuando recién está atravesando su segunda edición. Para conocerlo, es mejor visitarlo. PáginaI12 se sumergió en Sánchez de Bustamante 772 para llevarse algunas postales –y por qué no, alguna respuesta– de la fecha del domingo pasado, en la que tocaba el dúo Las Rositas, el Quinteto La Grela y el Sexteto Fantasma.
El FA CAFF es un agricultor urbano preguntándole al público qué tienen que ver las huertas en terrazas con el tango (pista: ambas son modos de caminar por Buenos Aires) y mostrando cómo puede surgir belleza y alimento sano, rico y soberano de donde vemos sólo mugre.
El FA CAFF son diálogos escuchados al pasar en la feria de libros: recomendaciones de discos, colaboraciones con medios alternativos de países limítrofes, preocupaciones por la situación política y cultural de aquí y allá. Y libros, claro. De tango, de filosofía, de poesía, de agroecología, de música, de literatura. De editoriales pequeñas, medianas y, sobre todo, autogestivas.
El FA CAFF es el director de la Fernández Fierro atornillado a la barra y tomando pedidos toda la noche como si hubiera nacido para eso. Y como él, el resto, repartiéndose tareas de producción y lo que falte.
El FA CAFF son las pibas de La Rantifusa bancando la puerta y la boletería toda la noche, recomendando colegas, vendiendo discos y remeras, pero soltándose a bailar en un rincón los últimos tangos, ya pasada la medianoche, porque los pies también piden su parte.
El FA CAFF es Eliana Sosa saludando porque cayó a ver amigos tocar, pero al rato encontrarse arrastrada sobre el escenario para cantar sin ensayo previo un tema en el cierre de la jornada. Y que funcione divinamente, porque si algo caracteriza a esta generación es la de escucharse y acompañarse, cosa de salir a parrillear sin red en el estilo del otro.
El FA CAFF es bandera de autogestión y reclamos contra la persecución del gobierno a los espacios culturales. El domingo, por ejemplo, sonó fuerte el “aguante Cocha” cuando Pablo Fraguela dedicó un tema a la mítica milonga de Ana Postigo, que lleva ya mucho tiempo agotando instancias legales para lograr su reapertura en San Telmo.
El FA CAFF es el abanico estilístico del tango que conecta a un dúo electrotanguero de cordobesas con un quinteto porteñazo y la trompeta tira-magia de los fantasmas. Y a los tres con el look más rockero del bailarín Diego Balbi –que hizo la exhibición de la noche junto a Bettina Berruchio– o con cualquiera de las otras 60 agrupaciones que fueron parte o están por participar del festival (quedan dos fechas, jueves y viernes que viene, a partir de las 18 con la feria de libros, a las 20 con una charla sobre agroecología y a partir de las 21, con las bandas). Porque Gabriela y Cecilia Palma tensan los límites del género para un lado lo mismo que el Quinteto La Grela empuja del otro. Y que si el despliegue escénico que hacen las chicas es casi rockero con su violín, su viola y las bases sampleadas, sus botas altas y sus sombras recortándose en la nube de humo, el rigor del Quinteto que lidera Fraguela no es menos potente ni interesante. O que la gente del Sexteto Fantasma puede combinar frescura con una justeza interpretativa propia de horas y horas de escenario y giras.
El encuentro de la familia del Club Atlético Fernández Fierro junta todos esos submundos del tango y los pone a caminar juntos. Y si entre el público puede haber apellidos ilustres (el hijo de Goyeneche andaba por ahí), músicos respetados por sus colegas, milongueros o simples curiosos por un planazo “anti-domingo” que incluye cerveza artesanal por 50 pesos (sí, casi regalada), es porque la propuesta llama a juntarse, a amucharse contra los vientos adversos, con la certeza de que el tango del siglo XXI se hace junto a los demás y encuentra en el otro su mejor motivación. Y que si hay que brindarse al otro, al compañero, al colega, al público, es mejor hacerlo con el tango que salió de adentro.
El FA CAFF, finalmente, es entender que todos esos nombres y figuras son intercambiables no porque todos sean iguales o den lo mismo, sino porque todos entienden que son parte de un mismo movimiento que está renovando, desde distintos lugares, el tango.
* Jueves: Juan Serén y los últimos florisas; Demoliendo Tangos, Quiero 24. Viernes: Osvaldo Peredo Cuarteto, Marián Farías Gómez, 34 Puñaladas, Cuarteto La púa y Victoria di Raimondo. Puerta a las 18, Charlas a las 20, Shows a las 21. Entrada: $100 y un alimento no perecedero.