“Parece que a su paso se prenden fuego los lugares, lo acusaron de incendios en Valparaíso, en Cholila, de que viajaba en un avión del Isis o de las Farc porque lo usan de chivo expiatorio para seguir haciendo sus negociados, para entregar las tierras a las multinacionales”. Isabel Huala define así la utilización de la imagen de su hijo, el lonko de Cushamen Facundo Jones Huala, mientras recorre radios y despachos para tratar de lograr que no sea extraditado a Chile, tal como definió la Corte Suprema la semana pasada. El lunes estuvo en la marcha contra el gatillo fácil, y mañana entregará una carta al presidente Mauricio Macri en Cancillería y participará de la ronda de las Madres en Plaza de Mayo. El líder político y espiritual del territorio mapuche recuperado donde desapareció Santiago Maldonado fue detenido el sábado en la casa de su abuela Trinidad Huala donde cumplía arresto domiciliario, en un violento operativo policial, y está detenido en la cárcel de Esquel donde permanecerá los próximos nueve días. “Somos muchos movilizados acá y en el exterior, en Chile y en Europa, es una fuerza enorme pero hasta ahora no se ve porque el gobierno mira para otro lado”, dijo Huala a PáginaI12. 

“En Chile estuvo detenido por acompañar a la mamá y al hermano de Matías Catrileo, ahí vieron a alguien que estaba luchando, y cuando volvió a cruzar para buscar medicinas con su machi y visitar a su hijo lo encuentran en la casa de la machi Millaray, que es la cara visible de una pelea contra la hidroeléctrica Pilmaiquén, que quiere encerrar a todos los ríos que van quedando libres”, explicó la mamá del lonko de Cushamen. “Es un espacio ceremonial ancestral, van de diferentes regiones, no es un lugar cualquiera para nosotros, no se puede permitir que se destruya. Ella defiende el territorio y ahí lo apresan y lo inculpan de un incendio en casa de un puestero, pero participé en los dos juicios por esos hechos y sé que no había ninguna prueba, a la machi le dieron apenas unos días de prisión condicional y los demás fueron todos absueltos”, agregó. Isabel Huala destacó que “en Cushamen quedó una marca profunda, pero la gente sigue trabajando, aún con más fuerza, y aún a pesar de los drones y la Gendarmería que sigue haciendo desastres en nombre de Benetton y de Macri”.

Cuando habían pasado apenas unas horas del fallo de la Corte, una veintena de efectivos de la Policía Federal de Esquel rodearon a Jones Huala y su compañera, Andrea Millañanco, lo esposaron sin ninguna notificación previa ni darles tiempo de contactar a su abogada. “A los golpes lo subieron a una camioneta” y se lo llevaron a la Unidad 14 del Servicio Penitenciario, explicó Millañanco. Al rato regresaron a buscar los elementos de monitoreo a distancia. “Es indignante cómo sigue actuando el juez federal Gustavo Villanueva tomando medidas que nos violentan como ya sucedió en otras oportunidades, siempre listos para servir a los intereses burgueses y nunca en beneficio del pueblo oprimido, y los mapuches mucho menos”, agregó. 

El proceso de extradición de Jones Huala está ahora en una etapa administrativa, en la cual Chile tiene 30 días para confirmar si va a ser requerido, y en ese caso enviará una comisión que lo trasladará a Valdivia. En caso afirmativo tiene que mandar una comisión y lo llevarán a Valdivia efectivos chilenos. Según explicó a PáginaI12 su abogada Sonia Ivanoff, uno de los escenarios posibles es que el vecino país considere que el caso quedó abstracto y no lo requiera, y así caería todo el proceso y Jones Huala gozaría de su definitiva libertad. 

Aunque más bien remota, hay una chance de que el gobierno acepte el pedido del líder mapuche para ser juzgado en Argentina, por su condición de ciudadano. En ese sentido el plazo de diez días ya comenzó a correr. 

Por último, en caso de ir hacia Chile contará con la defensa pública de un abogado especializado en derecho indígena y permanecería detenido hasta que las autoridades decidan sustanciar el juicio por el cual aún estaría pendiente su acusación. “Allá me esperan el frío, la comida podrida y los golpes”, anticipó el propio Facundo apenas supo del fallo de la Corte. De hecho, Jones Huala ya estuvo preso en Chile en 2013. 

Ivanoff precisó que la preocupación por su integridad psicofísica es concreta porque Chile no pasó el examen del Comité contra la Tortura de la Naciones Unidas. “Esa instancia internacional ya expresó su alerta porque en Chile se criminaliza utilizando la excusa de los incendios a propiedades privadas”, dijo la abogada. A su criterio, “será fundamental la presión que ejerzan esta semana los organismos de derechos humanos y las eventuales respuestas a la mamá de lonko, Isabel Huala, que vino especialmente a activar y peticionar”.