No bien el presidente Mauricio Macri terminó de reconocer, en un mensaje televisivo grabado, que existe “falta de confianza en el mercado”, la demanda de dólar catapultó el precio de la divisa al record de 34,50 pesos al público. En menos de tres horas el billete verde se encareció 2,40 pesos, equivalente a una apreciación de 7,5 por ciento contra el peso. La falta de credibilidad sobre el manejo económico y político de Cambiemos dejó lugar a la certidumbre de que el país no tiene los dólares suficientes cubrir el agujero fiscal de este año producto del festival de deuda que promovió en los últimos dos años y medio y que volverá a pasar la gorra con el Fondo Monetario Internacional. Peor la confirmación que la especulación, no bastaron los 300 millones de dólares que el Banco Central licitó y el mercado devoró por completo pagando un precio promedio de 31,64 pesos para evitar que el precio en el mayorista alcanzará el máximo histórico de 34 pesos.

El escueto mensaje presidencial, enfocado a los mercados, no logró calmar la ansiedad de los hombres de negocios y tampoco los tomó por sorpresa. La excusa del contexto global para justificar la corrida cambiaria local dejó hace tiempo de convencer a inversores o pequeños ahorristas. El problema, tal como quedó claro en los escasos dos minutos de spot macrista, es interno.

Macri confirmó que se va en camino a repetir otro 2001. La respuesta en la plaza cambiaria fue inmediata. En el mercado mayorista, donde compran y venden bancos y empresas por montos superiores al millón de dólares, la escalada en el precio se acentuó y cerró en 34 pesos, un incremento de 2,65 pesos en una sola rueda, lo que equivale a una diferencia de 8 por ciento. Al mediodía el Central, manejado por el financista Luis Caputo, licitó, al igual que los dos días anteriores, un stock de 300 millones de dólares. La diferencia fue que esta vez se los sacaron de la mano. “El precio promedio de corte se ubicó en 31,6396 (pesos), siendo el mínimo precio adjudicado de 31,605 (pesos)”, comunicó la autoridad monetaria.

El traslado al precio minorista fue instantáneo, aunque, como es habitual en una corrida de tal magnitud, establecer un sendero es más difícil porque la disparada fue más caótica. Las pantallas de las casas de cambio y bancos del microcentro porteño se actualizaban constante y al cierre de la jornada se exhibieron algunas paradojas. El propio Banco Nación fijó el precio del dólar en 34,50 pesos, dos centavos por encima del promedio de las entidades privadas, donde pivoteó entre 34,48 pesos. En el mercado informal se pidió hasta 34,15 pesos, apenas 15 centavos por encima del precio mayorista y 35 centavos por debajo de la cotización minorista en el circuito oficial.