Si bien Sigmund Freud fundó el psicoanálisis para tratar el sufrimiento neurótico de sus pacientes, Jacques Lacan hizo su entrada al psicoanálisis desde la psicosis, ubicándola como el paradigma de la subjetividad, lo contrario de un déficit.

La psicosis muestra a cielo abierto que el lenguaje es autónomo porque no depende de la persona que habla sino que habla solo, está en el mundo desde antes de nuestro nacimiento y no necesita de ningún yo para funcionar. Los sujetos psicóticos testimonian que la palabra por sí sola no posee ninguna significación, es intrusiva, repetitiva y alucinatoria muchas veces.

En esa vía, la psicosis nos enseña que no somos propietarios del lenguaje, aunque nos hagamos la ilusión de que decimos lo que queremos decir, y que hablando nos entendemos con los demás. Especialmente, los sujetos psicóticos que recurren al psicoanálisis, nos enseñan que la invención de un síntoma nos anuda a la vida.

Los amantes del cine recordarán la película titulada Mente brillante, basada en la biografía del genio matemático John Nash (1928/2015), premio Nobel de Economía en 1994, cuya pasión y obsesión por los números lo sostuvo en su vida sin demasiados altibajos, hasta el momento en donde embaraza a su mujer y es llamado a ser padre. Confrontarse a la paternidad empujó a este hombre al abismo, desencadenándose su psicosis con alucinaciones auditivas y visuales, más un delirio de persecución. Los psiquiatras que lo atendieron le diagnosticaron esquizofrenia paranoide, lo internaron y medicaron.

Durante la primera semana de abril de 2018, en el Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, realizado en Barcelona, trabajamos sobre “Las psicosis ordinarias y las otras, bajo transferencia”. Dicha cuestión atraviesa y sacude la formación analítica, en tanto las psicosis son más numerosas y discretas que antes en la presentación de sus signos, los que se parecen y a veces se confunden con los síntomas neuróticos obsesivos e histéricos.

Del testimonio de John Nash podemos leer que gracias a su investigación matemática e invención de su teoría sobre los juegos y los procesos de negociación, entre otros, pudo reengancharse a la vida.

Dicho Congreso, más allá de sus producciones conclusivas de años de trabajo en la comunidad de la AMP, nos abrió un abanico de interrogantes sobre qué nos enseñan las psicosis hoy a los practicantes del psicoanálisis, acompañantes terapéuticos, psiquiatras y demás interesados en las problemáticas de las psicosis.

Durante cinco encuentros haremos la experiencia de Conversación sobre lo que vienen enseñando las psicosis al psicoanálisis. En cada ocasión, comenzaré abordando un subtema al modo de provocación al trabajo. Me acompañan en esta tarea Maricel Gazagne y José Manuel Ramírez.

Comenzamos el lunes 3 de setiembre con “Libres de cadenas: psicosis extraordinarias y ordinarias o discretas.

*Miembro EOL y AMP.