Nicolás Muse Chemes, el juez de Vera que quedo en el ojo de la tormenta tras la decisión del gobernador Miguel Lifschitz de disculparse públicamente con una joven abusada sexualmente por su padre, renunció a su cargo. Lo hizo un día antes de que el mandatario provincial cumpliera con un mandato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y le pidiera públicas disculpas a C.E.R, una víctima de abuso sexual y discriminada por el juez de Sentencia de Vera. El pedido formal se concretó el jueves pasado ante la Corte Suprema de Justicia provincial, que todavía no aceptó la renuncia que devendría en la jubilación anticipada del magistrado. Si el máximo tribunal rechaza su jubilación anticipada, podría ser sentado en el banquillo del juicio político. El hecho que disparó el reclamo ocurrió en Reconquista en 2011, cuando la víctima -entonces de 19 años- denunció que su padre abusaba de ella desde que tenía 13, al igual que de sus hermanas. El acusado, de 50 años, fue procesado por “abuso sexual con acceso carnal agravado”, pero Muse Chemes lo absolvió en 2012, y la Cámara de Apelaciones en lo Penal ratificó ese falló.

Muse Chemes pretendió acceder en los últimos años al cargo de camarista penal y su pliego había sido remitido a la Legislatura. Sin embargo ante la gravedad institucional del reclamo de la ONU así como otros cuestionamientos por fallos dictados, el gobernador optó por retirarlo en octubre de 2016.

Es que además del caso C.E.R. se analizó la actuación de Muse Chemes en el caso de Nilda “Bibi” Sánchez, ex empleada judicial  absuelta en un expediente sobre prostitución y corrupción de menores. El fallo fue revertido por la Cámara Penal. En ese fallo el juez había escrito: “No se puede corromper lo corrompido”, cuando estaba hablando de menores de 13 años en estado de formación, que “nunca pueden ser tratadas como delincuentes”, había advertido el diputado Jorge Henn. La polémica frase utilizada por el magistrado, fue parte de la sentencia que absolvió a los acusados del juicio por prostitución y corrupción de menores.

Conocida su renuncia, la diputada Silvia Augsburger, una de las mujeres que más trabajó en este caso, expresó que la presentación de su dimisión marca que hay "uno menos en la justicia machista".

"Resulta indignante que un juez utilice los términos que utiliza en aquel fallo, estereotipos, donde no se le cree a la víctima que ha sido violada", manifestó la legisladora.

Sobre la posibilidad de que el magistrado pasara a formar parte de la Cámara Penal de Vera, opción que fue objetada en su momento por lo que el gobierno terminó retirando el pliego, Augsburger sostuvo que "todavía queda mucho por andar. Quienes en este momento somos diputadas y estamos muy comprometidas con el movimiento feminista, leemos y buscamos con mucho cuidado todos los antecedes cuando se impulsan pliegos para que la Cámara preste su acuerdo".

Si bien la renuncia ya está presentada, ahora la Corte debe decidir si la acepta o no.

Cabe recordar que el viernes pasado Lifschitz recibió a “Eva”, una mujer de 25 años identificada por sus iniciales C.E.R. a la cual le pidió públicas disculpas. El acto se produjo en el marco del “acta de compromiso de solución amistosa” suscripta por el Ejecutivo provincial y la ONU.