“Estamos muy contentos con este regreso; no puedo creer que haya pasado tanto tiempo desde nuestro único show en Buenos Aires”, asegura Tom Hoey, guitarrista de Cut Copy, a siete años de su debut en la capital argentina. “Tenemos muchos seguidores allá, la gente es muy intensa y caliente. Y eso lo notábamos incluso en la manera de cantar los temas”, agrega. La banda originaria de Melbourne, pionera del indie dance y del electropop australiano, está presentando su nuevo álbum, Haiku From Zero (2017), pero promete repasar asimismo sus otros cuatro discos de estudio. “Tocaremos un poco de cada uno. Trataremos de complacerlos a todos y que disfruten de un gran momento. Afortunadamente, la recepción de Haiku From Zero ha sido muy buena. En esta ocasión, por más que parezca irónico, estábamos conectados con lo que pasaba en el momento. También lo hicimos rápido. Ahí se encuentran algunas de mis canciones favoritas de Cut Copy. Imaginate lo feliz que fue hacerlo.”
¿A qué te referís?
--Reservamos una casa de Airbnb en Atlanta, donde pasamos 24 horas al día juntos durante seis semanas seguidas. Fue realmente genial. No nos habíamos visto durante seis meses. Trabajamos en el estudio desde la mañana hasta la noche, cuando a alguno se le ocurría ir a cenar. Nos cocinábamos el uno al otro, tomábamos cervezas y así recuperamos la dinámica de la banda. Refrescamos de golpe el vínculo.
Cierto: ya no viven en el mismo país…
--Dan (Withford, vocalista y tecladista) se mudó a Copenhague hace un par de años, Ben (Browning, bajista) vive en San Francisco y yo estoy en Nueva York. El único que sigue en Australia es Michael (Scott, baterista). Si bien las circunstancias laborales son las que nos reúnen, cuando sucede es como una gran juntada de amigos.
Pasaron tres años entre el último disco y éste, ¿qué sucedió en el medio?
--Estuvimos por mucho tiempo girando y tocando. Fueron 10 años con ese ritmo. Así que finalmente decidimos que queríamos cambiar la metodología. Haiku From Zero comenzó como siempre solemos hacerlo: mandé los demos al resto. Aunque esta vez la mayoría de las letras las terminé en Atlanta, porque quería que estuvieran frescas. En los dos años que compuse este álbum, probamos muchas cosas diferentes. Sin embargo seguí volviendo a esa sensación de emoción e inspiración de la instrumentación en vivo, casi remontándome a cuando comenzamos. De manera rudimentaria, con nuestros cuatro instrumentos. Pero fue la primera vez que ingresamos a un estudio y seguimos un proceso de grabación tradicional al hacer un disco. Intentamos hacer sonar estas canciones tan alto como fuera posible. Nunca hicimos nada de la manera correcta.
¿Cuánto influyó el pulso del productor del disco, Ben Allen (Deer Hunter, Animal Collective), en el acabado?
--Es un productor e ingeniero ganador de Grammy, por lo que sabe cómo hacer que las cosas suenen mejor de lo que uno podría imaginarse. La calidad sónica de Haiku From Zero se la debemos a él, que ya se había encargado de la mezcla de nuestro disco Zonoscope (2011). Esta vez, luego de escuchar los demos, nos ofreció la oportunidad de llevarlos de ese pequeño comienzo a grandes ideas que realmente podían atravesar y alcanzar una audiencia que está más allá de la que tuvimos anteriormente. Su afinidad y entusiasmo ayudaron cuando estábamos tratando de hacer algo tan bueno como fuera posible.
¿El desenlace de Haiku From Zero afectó su performance de música dance pura y eufórica?
--Probablemente. Cuando comenzamos, los artistas hubieran sido abucheados si actuaban solo con una computadora portátil, mientras que ahora parece genial que te presentes con tu iPhone. Al abrazar la tecnología perdés parte de lo realmente especial e impresionante del rendimiento en vivo. En definitiva, no podrías balancearte alrededor de tu computadora portátil o rodar sobre vidrios rotos al estilo de Iggy Pop. Me parece más interesante mirar y experimentar en vivo. Así que ahora exploramos más y nos apoyamos más en los instrumentos en los recitales.
Este año se cumple una década de In Ghost Colours, el álbum que los catapultó al éxito ¿Les sigue metiendo presión?
--Creo que cualquier grado de éxito trae presión. Cuando hicimos ese álbum no pensamos en nada de eso. Simplemente nos arriesgamos, probamos cosas y abrimos la posibilidad de que la gente amara o no nuestra música. Solo queríamos ser valientes y presentar ideas. Nunca intentamos reproducir los momentos de nuestra música que fueron exitosos. Avanzamos y trabajamos hacia algo que podría ser inesperado o interesante, más allá de que la gente lo acepte o no.
* Cut Copy tocará el viernes 31 de agosto desde las 20 en Niceto Club, Niceto Vega 5510.