Que U2 es una banda que incorporó la política a su agenda es indudable, al punto de que se ha ido convirtiendo en uno de sus rasgos ostensibles, a la par de la grandilocuencia y la técnica. El asunto es cómo eso produce un valor agregado y, al mismo tiempo, marca la entrada al terreno pantanoso que el grupo irlandés parece haber pisado ahora con ambos zapatos. En una reciente entrevista con la edición estadounidense de la revista Rolling Stone, el guitarrista The Edge declaró que si bien tenían casi listo su nuevo disco, el resultado en las presidenciales ganadas por Donald Trump atentó contra su salida, básicamente porque “el mundo cambió” y esas canciones podrían no estar viniendo a decir algo acorde al nuevo orden. Aunque suena a tremendismo, excusa y demagogia, el músico matizó considerando que este escenario mundial cambiante no obstante si habrá de fortalecer su gira celebración del trigésimo aniversario de The Joshua Tree, disco publicado en 1987 y compuesto en tiempos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher: “Esas canciones tienen nuevo sentido y una nueva resonancia hoy (…) que estamos de nuevo ante un período de gran malestar”.
Al respecto de Songs of Experience, título que además confirmó para su todavía inminente aunque postergado disco, y que cerrará ese otro círculo iniciado con Songs of Innocence en 2014, el violero contó: “Definitivamente queremos tomarnos esta oportunidad para pensar sobre el disco y asegurarnos que es lo que queremos publicar, dados los cambios ocurridos en el mundo. Tal vez muy poco (del álbum) cambie, pero queremos tener la chance de reconsiderarlo todo. Y quizás hasta escribamos algunas canciones nuevas, porque es el plan en el que estamos: nos dimos un poco de aire y espacio para la creatividad”, dijo en su entrevista con el periodista Andy Greene.
Las nuevas declaraciones de The Edge se suman –aunque de algún modo “resten” para la paciencia de sus fanáticos– a las precisiones que ya había dado al semanario inglés NME acerca del álbum venidero, como que compusieron más de 50 canciones y que el productor será Brian Eno, por ejemplo. El cantante Bono también agregó data: “Las letras son más fuertes aún que las de War, porque cuentan con más claridad”, y algunas partes de ideas que el anteojado vocalista desarrolló a partir de su accidente en moto de 2014, durante el tiempo que le demandó su recuperación.
Y todas estas consideraciones sobre Trump, el nuevo orden mundial, los discos que vienen a hablar de su época y las giras que se ocupan de celebrar discos de otras épocas ocurrió apenas semanas después del anuncio navideño del cuarteto, que en Facebook prometió “espectáculos muy, muy especiales” en concordancia con los 30 años de The Joshua Tree, un disco dechado de virtudes que incluye “Where the Streets Have No Name” o “With or Without You”, pero también “Mothers of the Disappeared”.
Por ahora, se sabe que esos shows integrarán una gira que aún no tiene ala sudamericana confirmada –el último paso del grupo por la región fue en 2011 con su 360º Tour, el de la imponente “Garra”— y en la que tentativamente presentarán las canciones en el orden del disco. Sin embargo, la banda está dándole vueltas al asunto, resolviendo cómo “preparar el momento” para “Where the Streets Have No Name”, el tema de apertura de aquella placa, y habitualmente un momento álgido de sus shows.
Otra particularidad del tour, según comentarios de las promotoras Live Nation y Doctor Music, será la utilización de entradas nominales en las que se consignarán nombre y apellido del asistente al concierto, quien deberá acreditar su identidad en el ingreso (vía documento, pasaporte o tales). Ese sistema se utilizará a partir del viernes 12 de mayo, cuando arranquen en el BC Place Stadium de Vancouver como primer paso de una gira por las principales ciudades norteamericanas. Para el sábado 8 de julio, en tanto, está previsto el comienzo del ala europea con un show en el londinense estadio de Twickenham. Luego seguirán por Berlín, Roma, Barcelona, su ciudad natal Dublín, París, Amsterdam y Bruselas. Y mientras llega Songs of Experience, ningún seguidor argentino se quejará de que traigan el show de The Joshua Tree al país. Porque hay cosas que cambian en el mundo, pero también otras que jamás lo harán.