"Ni la tormenta perfecta ni el presidente imperfecto nos van a frenar", aseguró bajo la intensa lluvia uno de los miles de docentes apostado frente al Congreso junto a otros miles de estudiantes, investigadores, autoridades académicas, representantes gremiales y trabajadores no docentes de las 57 universidades públicas, que se preparaban para marchar rumbo a la Casa Rosada en defensa de la educación pública. "La Universidad argentina es la única productora de conocimiento necesario para que los argentinos tengamos un futuro como el que nos merecemos. Por eso estamos acá todos juntos. El Gobierno evidentemente pretende que esto se termine, pretende echar abajo las conquistas y derechos del pueblo. La lucha nos va a poner a la altura de las circunstancias", sentenció Walter Merkis, secretario general de Fatun, horas después frente a una Plaza de Mayo repleta y una columna de más 300 mil personas que colmaron la Avenida de Mayo hasta la 9 de Julio.
La marcha convocada por las estudiantes, docentes y trabajadores no docentes de las 57 casas de estudios de todo el país fue creciendo al calor de la intransigencia del Gobierno en la voz del ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien tras cuatro semanas de conflicto continúa negando la reducción presupuestaria para las casas de altos estudios y ofreciendo un 15 por ciento de aumento salarial en la paritaria docente. A pesar de la intensa lluvia que cayó en la Ciudad a la hora del inicio de la marcha, miles y miles de estudiantes, docentes y trabajadores colmaron las calles en defensa de la educación pública contra las políticas de Cambiemos.
“En la Casa Rosada hay un grupo de empresarios empecinados en destruir la universidad pública. Y acá hay centenares de miles empecinados en defenderla”, sintetizó Luis Tiscornia, secretario general de la Conadu Histórica, en su turno sobre el escenario principal. "No queremos recorte ni achique del presupuesto para las universidades ni de nuestros salarios. Queremos que crezcan a la par de la inflación. Haremos paro nacional en rechazo del acuerdo con el Fondo, pero pedimos un plan de lucha del movimiento obrero", amplió la lucha el secretario general de Fedun, Daniel Ricci.
Horas antes, cuando la lluvia obligaba a que los primeros llegados a la Marcha Federal se cubrieron bajo paraguas y banderas, el secretario general de UTE, Eduardo López, destacaba la amplia convocatoria de la comunidad educativa: "Todos los niveles educativos estamos acá apoyando a las universitarios para que quien habita en la Casa Rosada sepa que la prioridad de la comunidad educativa y de cada familia es la educación".
La amplitud de la convocatoria también alcanzó a gremios de distintos sectores que se acercaron a solidarizarse con los trabajadores de la educación y los estudiantes. Quien había intentado reducir el alcance del reclamo durante la semana había sido el ministro Finocchiaro quien aseguró que el reclamo por el recorte presupuestario durante la gestión macrista y el reclamo salarial frente a una inflación descontrolada se explicaba por protestas de una "alianza kirchnerotroskista".
"Estamos acá a pesar del clima inclemente. Estamos reclamando porque la situación en la universidad es desastrosa al igual que en la ciencia", denunció un docente de la Facultad de Exactas de la UBA empapado. "El ataque no sorprende, el ataque es a la ciencia y a la universidad, es a la producción de conocimiento", lamentó el docente integrante del Sindicato de Trabajadores Docentes de La UBA.
La movilización comenzó poco después de las 18 desde el Congreso hacia la Casa Rosada, donde el Gabinete presidencial continuaba asimilando el impacto de la nueva corrida del dólar, mientras que los docentes advertían que esa corrida también impactará sobre las investigaciones universitarias. "No a los gobiernos que ven como un gasto a la educación", se leía entre los cientos de carteles alzados en la plaza, en la Rosada el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, prometía más ajuste fiscal.