Diego Schwartzman no le dio opciones al joven español Jaume Munar y accedió a la tercera ronda del Abierto de los Estados Unidos, con una victoria 6-2, 6-0, 5-7, 6-2. El argentino, decimotercer favorito, se impuso con claridad en el primer set a Munar, que logró llevarse solamente dos juegos. En el segundo parcial el porteño barrió al español, número 85 de la ATP, pero en el tercero, que parecía ganado para Schwartzman, Munar mejoró y le dificultó el “match point” a su rival hasta en tres ocasiones, haciéndose finalmente con el set.
Luego de la pausa de diez minutos a la que tenían derecho para refrescarse por las altas temperaturas de estos días en Flushing Mewadows, en el cuarto parcial dominó el argentino, que puso punto final a un partido de dos horas y 51 minutos. Schwartzman busca superar este año el escalón de los cuartos de final al que llegó en el Abierto en 2017, su mejor torneo en Nueva York hasta la fecha.
El número trece del mundo se enfrentará en su próximo encuentro con el francés Gael Monfils o con el japonés Kei Nishikori, vigésimo primer cabeza de serie, que disputan su duelo al cierre de esta edición.
Por otro lado, el australiano Nick Kyrgios volvió a protagonizar otro hecho polémico, que motivó que el árbitro del partido bajara de la silla a pedirle respeto durante un cambio de lado. Tras perder el set inicial y estar 2-0 abajo en el segundo de su partido de segunda ronda, ante el francés Pierre-Hugues Herbert, el australiano lucía desganado y ni siquiera intentó devolver un par de servicios. Por ese motivo, el umpire Mohamed Lahyani bajó de su silla para pedirle que respetara al deporte y a los aficionados.
Tras la charla con Lahyani, Kyrgios reaccionó, recuperó la desventaja y ganó los dos siguientes sets. Además del incidente con el juez de silla, el australiano había tenido un intercambio con un aficionado, que le gritó que se fuera porque quería ver el partido que más tarde jugaría la canadiense Eugene Bouchard.