Condenaron a 15 años de prisión a un ex policía que mató a un adolescente negro en Texas. Un jurado del condado de Dallas, Estados Unidos, declaró ayer culpable de asesinato a Roy Oliver, ex policía blanco, que, en abril del año pasado, abrió fuego contra el joven Jordan Edwards. El caso de Edwards se suma a otros conocidos en los últimos años como los de Philando Castile en Minnesota y Alton Sterling en Luisiana, que generaron grandes protestas contra la violencia policial estadounidense, acusada de racismo. Sin embargo la condena a Oliver, policía blanco, es una de las primeras sentencias en un caso de gatillo fácil contra un joven negro.
El 29 de abril de 2017, Oliver, junto con otro oficial, respondió a una alerta por la presencia de menores presuntamente borrachos en una fiesta en la ciudad predominantemente negra e hispana de Balch Springs, a unos 25 kilómetros al sureste de Dallas. Al llegar al lugar, el ex agente Oliver y su compañero, fueron a requisar la casa donde se estaba desarrollando la fiesta hasta que, según sus declaraciones, escucharon unos disparos. Entonces un oficial fue al área donde escuchó los estruendos, y Oliver fue por su rifle a su patrullero. Según la declaración oficial, el comapañero de Oliver vio un Chevrolet Impala ir en reversa y en repetidas ocasiones ordenó que se detuviera. Al frenar el auto, el oficial se acercó a la ventana de la puerta del pasajero, donde estaba Edwards, exigiendo su decenso. En ese entonces Oliver disparó su rifle varias veces adentro del coche donde había cinco adolescentes afro americanos. Una de las balas impactó en la cabeza de Edwards, joven de 15 años, provocando su muerte inmediata. Luego de los hechos, el padre del adolescente dijo que ni el adolescente ni su grupo representaban una amenaza para la seguridad de los oficiales. En el juicio, la fiscal de distrito del condado de Dallas, Faith Johnson, describió a Oliver como un asesino que violó su juramento de proteger a los ciudadanos. La fiscalía describió al acusado en su informe como una persona fuera de control, que estaba buscando una razón para matar, por lo que determinaron que su disparo al automóvil no respondió a supuestas acciones de los jóvenes. Johnson además expresó que desea que la sentencia de Oliver fuera mucho más larga. Los fiscales buscaron una sentencia de al menos 60 años mientras la defensa discutía durante 20 años o menos. “Él podrá ver la vida nuevamente después de 15 años. Eso no es suficiente porque Jordan no podrá volver jamás” afirmó la fiscal.
Por su parte, el abogado defensor del exagente condenado, Jim Lane, dijo que el vehículo era una amenaza para el compañero de Oliver esa noche y que reaccionó para salvar a su compañero al disparar contra el auto. El jefe de policía de Springs,Jonathan Haber, también repudió el asesinato a Edwards. “El coche se estaba alejando de la zona. No sé ni por qué dispararon. No creo que el tiroteo esté de acuerdo con nuestros valores policiales”, rectificó Haber.
Ayer, cuando el juez dio el veredicto tras varias horas de deliberaciones, la familia del menor rompió en llanto y agradeció al jurado por su decisión. “Ha sido una batalla muy larga”, resumió, Daryl Washington, el abogado defensor de la familia Edwards una vez conocida la condena.
“No queremos que otro padre tenga que pasar por lo que esta familia tuvo que enfrentar”, afirmó Washington. “No es lo mismo sin Jordan”, afirmó el padre de joven asesinado, Odell Edwards, quien fue uno de los testigos de la acusación y afirmó que sus últimas palabras hacia su hijo fueron de afecto, según informó el diario El País.
La resolución del caso Oliver es la primera, luego de un largo tiempo, que condena a la policía por un caso de gatillo fácil. Los últimos casos terminaron con absoluciones o cargos sin penas. “Este caso no se trata solo de Jordan. Se trata de Tamir Rice, se trata de Walter Scott, se trata de Alton Sterling, se trata de todos los afroamericanos que han sido asesinados y que no han recibido justicia”, exclamó el abogado de la familia del joven.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, fue criticado en aquel momento por su silencio pero ayer manifestó en su cuenta de Twitter que nunca deberían haber quitado la vida de Edwards.
El mismo jurado absolvió ayer a Olviver, imputado de 37 años, de dos cargos menores en los que supuestamente apuntó con su arma reglamentaria a una mujer y su hermana tras un accidente de tráfico. Jordan es la más joven de las 330 personas que el año pasado murieron por disparos de la policía, según de datos del matutino The Washington Post. Cerca del 25% de los fallecidos en estas circunstancias eran negros, el 7% iban desarmados y al menos 10 de los fallecidos eran menores de edad. Otro estudio publicado por The Guradian, informó que en 2015 murieron 1.134 personas a manos de policías y el número de afro-descendienteses cinco veces mayor al de los blancos. En este contexto se desataron varias manifestaciones contra la violencia institucional y un sistema judicial que, en la mayoría de sus casos, absolvió a los agentes perpetradores de estos delitos.