En medio de la tensa calma que le dio la cotización del dólar –que bajó hasta 38 luego de tocar el jueves los 42 pesos– el gobierno de Mauricio Macri se embarcó ayer en el análisis de las medidas económicas que anunciarán el próximo lunes, tras una renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Más allá de eso, durante toda la jornada sobrevolaron nuevamente los rumores de cambios en el equipo de gobierno, con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, como blanco de las críticas tanto del propio palo como de sectores políticos y económicos por fuera del oficialismo. Ante las versiones, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, salió a aclarar que no hay ninguna chance de que él ocupe ese puesto, para el que suena con fuerza el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Fuentes de la Casa Rosada no descartaban que se produzcan novedades durante el fin de semana aunque desde el entorno presidencial dejaban entrever que Macri no estaba muy convencido de entregar a su hombre de máxima confianza.
Con las salidas de Juan José Aranguren en Energía y Francisco Cabrera en Producción como antecedentes recientes, el fin de semana asoma como un momento proclive para una reestructuración del Gabinete, medida que por lo bajo le piden distintos actores de la alianza oficialista, incluida la UCR. Además de un posible ascenso de Frigerio, que dejaría Interior, la otra variante con la que se entusiasman los críticos del programa económico es el reemplazo del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. En la danza de nombres para ese puesto también aparece el ex presidente del Banco Nación, Carlos Melconián, un hombre de consulta presidencial. El titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, también es otro de los que figuran entre las posibles incorporaciones al Ejecutivo, en este caso por su relación con sectores del peronismo. Sin embargo, Monzó no terminó nunca de recomponer la relación con Macri, dañada a partir de las críticas tanto públicas como privadas que le propinó el bonaerense.
“No voy a ser jefe de Gabinete”, sentenció ayer Rodríguez Larreta en declaraciones radiales. El mandatario de la Ciudad de Buenos Aires afirmó que los porteños lo eligieron “por cuatro años” y señaló que tiene “muchísimo laburo en la Ciudad”, donde dijo que hay “obras por todos lados”. “Soy jefe de Gobierno hasta el 10 de diciembre del año que viene”, remarcó Larreta, quien incluso anticipó: “No descarto poder ir por la reelección”. En los pasillos oficiales ya imaginan una salida elegante para Peña: la Cancillería, actualmente a cargo de Jorge Faurie. El ministro de Relaciones Exteriores había llegado al cargo luego de la renuncia de Susana Malcorra, en mayo pasado.
Como suele ocurrir los viernes, Macri permaneció en la quinta presidencial de Olivos, donde recibió bien temprano al ministro Dujovne y también a trío Peña, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana. Igual que en cada crisis, la comunicación oficial enfatizó que el presidente mantuvo su agenda habitual para transmitir una señal de normalidad. Frigerio, que también pasó por la residencia oficial, reportó el estado de situación de las negociaciones con los gobernadores para avanzar en la ley de presupuesto. La semana próxima está previsto que se reúna con la mayoría de los ministros de hacienda provinciales. Como fecha tope el Ejecutivo deberá enviar el presupuesto a la Cámara de Diputados el 15 de septiembre.
Según difundió el diario Clarín, hubo un visitante especial ayer en Olivos. El consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba y su socio Santiago Nieto tuvieron reuniones con Peña luego de una semana en la que la comunicación oficial generó más dolores de cabeza que soluciones.
A las 11 de la mañana fue la reunión de coordinación que se realiza todos los viernes. Allí estuvieron además de los ministros Frigerio y Dujovne, el titular de la cartera de Trabajo, Jorge Triaca y los vicejefes Lopetegui y Quintana.