Fortín Olmos, en el norte santafesino, volvió a ser el sábado una caja de resonancia del hartazgo social contra la violencia de género. Una movilización masiva de vecinos y organizaciones civiles exigió justicia por la desaparición de Rosalía Jara, ante la presunción de que los restos hallados la semana pasada pertenezcan a esa joven. Cuestionaron la lentitud e ineficacia de la investigación, y los ardides de la defensa del imputado por desviar la búsqueda de la chica desaparecida hace un año. “No hay adjetivo que pueda calificar y encerrar toda la bronca que genera este desenlace, luego de tantas falencias y mentiras”, dijo con desconsuelo una familiar de Rosalía ante el gentío que marchó entre la comisaría local y la garita donde la chica fue vista con vida por última vez.