La Bienal de Diseño de Londres contará, a partir de su apertura que se realizará mañana, con la presencia de materiales ancestrales de la cultura wichí del Impenetrable producidos con una fibra con características propias. La participación argentina, que se extiende hasta el final de la feria, el 23 de este mes, tendrá como cabeza al colectivo TRImarchi con la diseñadora textil Sol Marinucci y Sebastián Valdivia.
Impulsados por la consigna de esta edición dedicada a los ‘Estados emocionales’, ellos quisieron dar cuenta de los saberes ancestrales de los pueblos originarios del territorio argentino, pero sobre todo de sustiempos, sonidos, o mejor aún, silencios, materializados en un tesoro textil único en el mundo como es el chagar. Una fibra que nace de una bromelia del monte de la que extraen las fibras que transforman en hilos y luego tiñen con corteza, hojas y frutos del lugar de un modo absolutamente sustentable, testimonio fiel de sus valores y armonía con la naturaleza.
“En el 2016 fuimos invitados por el British Council a ser parte de la beca Design Connections, donde una de las actividades era dar una conferencia sobre el diseño de nuestro país en Somerset House, en el marco de London Design Biennale. El director, presente entre el público, conectó con la amplitud con la que concebimos el diseño, al incluir en la conferencia el análisis de la estructura interna del nido de un hornero. Meses después, nos llega una propuesta donde nos invitaban a ser los curadores del envío argentino, dando lugar por primera vez a una participación argentina en una de las salas principales entre Austria, Latvia, Colombia y Mongolia”, adelanta Marinucci.
¿La propuesta? “Estaremos mostrando una instalación textil inmersiva. Desde el año pasado, nuestro evento de diseño, abrió sus temáticas a la arquitectura, la tecnología y el textil, además de su clásico escenario de diseño gráfico con mas de 17 años de historia. Por esta razón, nos pareció clave responder con un envío multidisciplinar, que involucre a todas las áreas que convergen en nuestro encuentro anual. Arquitectos, una diseñadora textil, una gráfica, un ilustrador, un dúo de producción audiovisual y por supuesto, los artesanos wichí, la estrella principal de la instalación con su legado textil ancestral. Mediante esta fibra vegetal icónica, recrearemos la flora del Impenetrable en un túnel que evoca los meandros del río Pilcomayo y Bermejo. Una sinuosa instalación de reflexiva poética, que nos maravilla con lo futurista de los diseños ancestrales, ese sentido de eternidad al que uno se expone cuando encuentra técnicas precolombinas en una Bienal contemporánea. Una victoria silenciosa, del perpetuo trazado que hacen en el tiempo las cosas que están bien, el legado de un oficio único, autosustentable, latente, de gran carga espiritual y estética”, resume la dupla. Que, además, logró atraer la mirada de la mítica fotógrafa Grete Stern, quien desde la Bauhaus viajó al Impenetrable décadas atrás a registrar esta pujante comunidad, que mantiene orgullosamente su tradición textil.
Para concretar todo esto, contaron con el fundamental apoyo de la organización social Siwani dependiente de Fundación Niwok quien gracias a una comprometida pionera, Lola Llorente, quien eligió esta región –Potrillo una zona extremadamente relegada a 580 kilómetros de Formosa capital– hace décadas como su hogar con la enorme vocación de fomentar el crecimiento sostenible de estas comunidades les hizo el puente. Allí viajaron, para idear junto a los artesanos toda la puesta –Isabel, Juana, Sonia, Verona, Ayelén, Angelina, Evelin, Dominga y Guillermina Fernández, Maricela García, Anabel, Carla y Maricela Martínez, Lidia Paz, Orfilia Ibáñez, Rosa Barraza, Mirta y Adolfina Tomas yJohana Pérez– al que se suman, los diseñadores Pablo González Díaz, Javier Serena y Ariel Jinchuck.
¿Expectativas? “Queremos lograr un mayor respeto por el diseño ancestral, entender en el legado precolombino la clave para entramar el futuro. Entendernos como una continuidad, una historia en constante relato. El traspaso de estos saberes, busca eternizar un legado. No decidimos espiar la cultura desde un punto museístico, como si estuviese en una vitrina, sino entender esta oportunidad como una invitación a maravillarnos con nuestros propios orígenes. Con la persistencia de una cosmogonía tan aislada como acertada, en un planeta que apunta a una homogeneización del pensar y accionar.No sabemos que impacto tendrá en el público, pero en los días de montaje la recepción fue muy buena, y el medio inglés especializado “Somethingcurated” nos eligió como una de las 12 mejores propuestas de la bienal, lo que ya es un grato reconocimiento”, remata la dupla.