Bien se dice que en todos lados hay gente mal pensada. Esta antigua verdad tuvo una nueva comprobación el fin de semana, en las redes sociales, cuando la gobernadora María Eugenia Vidal subió a su cuenta de Facebook el video de una llamada telefónica, supuestamente sorpresiva, que le hizo a Mariana, vecina de City Bell. La grabación muestra a la gobernadora, hablando con un tono de preocupación y gestos compungidos por los violentos asaltos que están ocurriendo en esa localidad de las afueras de La Plata. Pero en la secuencia, por un descuido, ocurrió un error de continuidad, por el que una taza apoyada junto al teléfono cambia súbitamente de forma y de color. Esto puso en evidencia que el video estaba editado y que la supuesta charla no era lo que parecía. En las redes hubo catarata de comentarios mordaces, de usuarios que ante la evidencia de que la secuencia fue armada ponen en duda todo: su veracidad, el aire “espontáneo” del llamado, su verdadera intención.
También hubo quienes apuntaron a lo paradójico de que la gobernadora pida información a la vecina sobre “lo que estuvo pasando en los últimos meses”, lo que como responsable de la provincia debería conocer. Un detalle del audio subraya esa falencia: la vecina le cuenta a Vidal que el caso por el que le está preguntando ya había salido en los medios.
No es la primera vez que a Cambiemos le ocurre un traspié de este tipo. Hay una larga lista de supuestos videos espontáneos de sus funcionarios, que luego –por alguna filtración o por un error en la edición–, se terminaron revelando como una puesta en escena. El más recordado es el del presidente Mauricio Macri arriba de un colectivo, charlando con los pasajeros. Cuando lo emitieron, se suponía que se trataba de la grabación de un episodio real. Sin embargo, luego se filtró que había sido grabado en un colectivo parado a un costado de una ruta, y que los supuestos pasajeros eran extras contratados.
Con últimos spots sobre los timbreos –un recurso muy utilizado por el oficialismo para mostrarse “cerca de la gente”– también hubo numerosos usuarios de las redes que formularon expresiones de desconfianza, ya que en uno de los encuentros supuestamente sorpresivos, una vecina apareció abriendo la puerta antes de que la gobernadora llegara a tocar el timbre.
“Hola, ¿Mariana?... Te habla María Eugenia Vidal. Te vi hoy en América 24 por el tema de los asaltos en City Bell y te llamo para que me cuentes un poco qué es lo que está pasando”, dice la gobernadora en el video de la taza que cambia. En la conversación telefónica, le pregunta a Mariana cómo evalúa la actuación de la Policía en la zona. Y le propone, además, organizar una reunión en el barrio para abordar el tema. “Te agradezco mucho. Me sorprendiste con el llamado”, dice la vecina. “No, por favor”, contesta una amable Vidal.
Los usuarios de Twitter que descubrieron el cambio de la taza lo acompañaron con reflexiones: “Estoy emocionado. ¡Es una santa que hace milagros!”; “¿Para esto le pagamos a Durán Barba?” o “Que el que le cambió la taza diga si es kirchnerista!”, fueron algunos de esos comentarios. Otros, enojados, hablaron de “mentira”, “ficción”, “pose” y “actuación”.