Después de la multitudinaria marcha en defensa de la universidad pública de la semana pasada, continúan las medidas de fuerza de la comunidad académica, con tomas y clases públicas en todo el país, en rechazo al ajuste presupuestario y en reclamo de un aumento salarial para profesores y trabajadores. En ese contexto, ayer hubo una nueva reunión de la paritaria docente: el Gobierno ofreció un aumento que, según los cargos, iba del 22 al 24 por ciento para octubre, incluyendo cuotas y sumas “en negro”. Los gremios rechazaron la propuesta y pidieron subir los dos extremos del aumento, incluir toda mejora en el salario y fijar una cláusula gatillo. La negociación volvió a pasar a cuarto intermedio. 

Los estudiantes de la UBA mantienen tomadas las facultades de Ciencias Sociales, Filosofía y Letras y, desde ayer, las de Psicología y Ciencias Exactas. Este jueves, a las 18, habrá una gran asamblea interestudiantil en la Plaza de Mayo, con participación de alumnos secundarios, terciarios y universitarios. 

Las tomas estudiantiles también se registran en universidades nacionales de distintos puntos del país. En la Universidad de Mar del Plata, ya estaban tomadas desde la semana pasada las facultades de Humanidades, Psicología, Salud, Ciencias Exactas y Derecho, y ayer se sumaron las de Arquitectura y Económicas. En la Universidad de Córdoba, la protesta estudiantil continuaba instalada en el Pabellón Argentina. También se mantienen las tomas en sedes de las universidades de Rosario y Jujuy, entre otras. Las protestas son apoyadas con asambleas y clases públicas.

A la vez, los gremios docentes que integran la Conadu Histórica cumplen su quinta semana de paro, extendiendo así el no inicio del segundo cuatrimestre. Al menos hasta el próximo viernes seguirán las clases públicas y las asambleas. El gremio AGD-UBA anunció que hará cien cortes de calles y clases públicas en facultades y sedes del CBC: entre las clases previstas, este jueves, a las 17, en la sede Constitución de Sociales (UBA), la cátedra de Sociología General invita a escuchar al profesor Ricardo Sidicaro, que hablará sobre “El compromiso público de la sociología”.

Ayer, antes de la paritaria, los dirigentes docentes expresaron su rechazo a las palabras del presidente Mauricio Macri, quien por la mañana, en su discurso, había dado a entender que no hay fondos para pagarles a los profesores y a los científicos lo que se debería, aunque dijo que a título personal le gustaría poder hacerlo... “Es una nueva provocación a los y las docentes universitarios de todo el país. Son una completa hipocresía sus dichos acerca de que le encantaría poder pagarnos lo que corresponde, cuando su única preocupación es pagarle al FMI y garantizar una ganancia extraordinaria para los especuladores financieros”, dijo la secretaria general de la AGD-UBA), Ileana Celotto, quien cuestionó “la desvalorización de nuestro salario sin precedentes luego de una devaluación de la moneda de más del 100 por ciento en un año. Se trata de una ofensiva contra el conjunto de los trabajadores que tenemos que enfrentar”, dijo.

Convocado a las 17, el encuentro paritario de ayer reunió en el Ministerio de Educación al ministro Alejandro Finocchiaro y la secretaria de Políticas Universitarias, Danya Tavela, con dirigentes de los gremios Conadu, Conadu Histórica y Fedun (por los profesores universitarios) y Ctera y UDA (por los docentes de escuelas dependientes de universidades). 

La nueva oferta volvió sobre el formato presentado la semana pasada por el ministro Finocchiaro: un 15 por ciento de aumento en tres cuotas no acumulativas (mayo, agosto y septiembre), más una suma fija remunerativa pero no bonificable en octubre. Según se informó, de esa manera el salario del docente auxiliar crecería un 24 por ciento y el del profesor titular, un 22 por ciento. Además, la propuesta incluía una cláusula de revisión para el mes de febrero.

Los dirigentes docentes rechazaron la oferta, por el porcentaje de aumento y por la suma fija no bonificable (consideran como un retroceso volver a incorporar en el recibo de sueldo montos por fuera del salario, excluidos desde hace más de una década). La reunión pasó entonces a cuarto intermedio. Una hora más tarde retomaron la negociación. Los dirigentes sindicales pidieron –para poder trasladarles la oferta a las bases– que se suban al menos dos puntos los extremos del incremento: 26 por ciento para los auxiliares docentes y 24 para los profesores titulares. También exigieron que no haya sumas “en negro” y que la cláusula gatillo tenga fecha en noviembre. Es que las estimaciones del propio gobierno indican que la inflación será del 42 por ciento este año.