En un encuentro donde los goles llegaron al final --tras un flaco primer tiempo donde hubo tres laterales mal sacados, por ejemplo--, San Martín de Tucumán y Gimnasia igualaron anoche 1-1. Con este resultado, el local sigue sin poder ganar en la Superliga y se ubica último en la tabla del descenso. El Lobo, mientras tanto, se fue más que conforme con el punto para inflar su flaco promedio.
En una Ciudadela colmada, los roles de ambos protagonistas estuvieron bien claros desde el principio hasta el final. El local, como buen equipo de Forestello, apostó al trato prolijo de la pelota. Gimnasia, mientras tanto, interpretó el papel del que espera y apuesta a algún contragolpe.
Contra el piso y de lado a lado llevó el balón el Santo cuando pudo, haciendo mover por toda la cancha a los jugadores del Lobo, quienes tuvieron que incurrir reiteradamente en indisimulables infracciones. Entonces, los tucumanos se vieron obligados a buscar el triunfo a través de alguna de las muchas pelotas paradas que tuvieron. Pero ello no les funcionaba ya que enfrente estaba Martín Arias. El arquero visitante era una verdadera certeza en el juego aéreo y se quedaba con todos los embates tucumanos. Su partido era casi perfecto. La única duda que generó el uno en la noche tucumana es la de su apellido, que es compuesto, y se confunde con nombre.
Si lo del local fue prolijo, lo de los dirigidos por Troglio fue bastante atolondrado. Ataques esporádicos, faltas, tarjetas y más de una acalorada discusión con el árbitro --quien tuvo un par de fallos desafortunados en el primer tiempo que perjudicaron al Lobo--. En ofensiva, lo de la visita fue, sin embargo, bastante claro. Aunque no necesariamente para bien.
Gimnasia buscó el gol a través de dos jugadores: Silva y Gómez. El uruguayo de 37 años se mostró lento pero involucrado. Si Gimnasia llegó a campo tucumano era porque él había intervenido en la jugada. El chiquitín Gómez, mientras tanto, fue veloz e intermitente. Tocó pocas pelotas pero tuvo la mejor de la primera parte, cuando fue en busca de una pelota perdida ante una defensa tucumana dormida y tocó a un costado de Arce, que con una mano le detuvo el remate. En suma, entre los dos, hicieron uno. Lo que estaba lejos de ser suficiente para que Gimnasia se llevase los tres puntos.
Pero todo eso cambió con el ingreso de Guevgeozián, a quien le bastaron tan sólo cuatro minutos para hacer la diferencia. A los 85, un desborde de Gómez por izquierda terminó en centro para el armenio-uruguayo, quien con un potente cabezazo venció a Arce. El Lobo, que estaba más que conforme con el empate, se llevaba unos impensados tres puntos.
Pero en la noche tucumana habría algo de justicia, ya que en tiempo de descuento llegó la igualdad. Con un fuerte testazo, el central Acevedo logró finalmente vencer a Martín Arias, quien sólo pudo observar cómo llegaba el festejado gol del empate, el segundo que marca San Martín --uno de los dos recién ascendidos de la Superliga-- en el torneo.
1 SAN MARTIN (T): Arce; Abregú, Acevedo, Cahais, M. Martínez; Arregui; G. Rodríguez, Giménez, M. García, Espíndola; Bieler. DT: Rubén Forestello.
1 GIMNASIA: Martín Arias; Oreja, Coronel, Piovi, Melluso; Perdomo, Rinaudo; Comba, M. Gómez, Tijanovich; Silva. DT: Pedro Troglio.
Estadio: San Martín de Tucumán.
Arbitro: Nazareno Arasa.
Goles: 85m Guevgeozián (G), 92m Acevedo (SM).
Cambios: 54m Faravelli por Comba (G), 69m Bonifacio por Oreja (G), 70m Purita por Giménez (SM), 73m Figueroa por Espíndola (SM), 81m Guevgeozián por Silva (G), 83m Costa por G. Rodríguez (SM).