La decisión de eliminar el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva despertó el rechazo de toda la comunidad científica que, días pasados, se movilizó hasta la explanada del Polo Científico-Tecnológico para manifestarse en señal de protesta. Agrupaciones y diferentes colectivos se unieron, como lo vienen haciendo desde finales de 2015, para abrazar al MinCyT y, en ese afán, decirle una vez más al Gobierno por qué investigar es trabajar y por qué la ciencia no es un gasto sino una inversión. En este marco, de broncas rejuvenecidas y penas recicladas, hasta el propio Conicet compartió un comunicado.
Las autoridades del Consejo, representadas en la figura del presidente de su directorio –Alejandro Ceccatto– aprovecharon la situación para manifestar su desacuerdo sin resignar la tibieza que, históricamente, ha caracterizado a sus posturas. “No ignoramos la gravedad de la crisis económica que vive el país, ni las consecuencias sociales que la misma traerá en el futuro, pero estamos profundamente convencidos de que suprimir el Ministerio no significa ningún aporte valioso a la solución de la misma”. Y continúa el texto: “Por el contrario, la magnitud de los problemas estructurales que afrontamos como sociedad desde los orígenes mismos de la nación, nos obliga a potenciar y promover la producción y transmisión del conocimiento, reconociendo a éste como el principal bien social y estratégico de las naciones para garantizar la mejora sostenible de la calidad de vida de sus habitantes”.
Y hacia el final remata: “La ciencia y la tecnología no deben entenderse como un gasto, sino como una inversión estratégica, transversal a todas las áreas de la gestión del Estado Nacional y como promotores del desarrollo socio-económico y productivo de cada una de las regiones de nuestro país. Resulta fundamental mantener la independencia del MinCyT”.
Asimismo, más de una decena de “sociedades científicas argentinas” –entre las que se destacan la de Investigación Clínica, de Investigación en Neurociencias, de Inmunología, de Biofísica, de Fisiología, de Farmacología Experimental, de Protozoología y de Virología, entre otras– firmaron un comunicado en el que expresaron: “La degradación en secretaría supone un ahorro exiguo teniendo en cuenta su estructura, implica un retroceso impensable en un país como la Argentina que necesita agregar valor a sus exportaciones y transformar su matriz productiva”. Asimismo, “la medida denota una grave contradicción con lo expresado por el Presidente en la campaña electoral, en muchas de sus manifestaciones públicas en estos años de mandato e incluso en su presentación de hoy, y pone de manifiesto un profundo desconocimiento del papel del desarrollo científico y tecnológico en el proceso productivo”.