La actividad industrial anotó una caída del 5,7 por ciento en julio respecto de igual mes del año pasado. En lo que va del año, la producción fabril quedó en cero: no tuvo variación. Así lo informó ayer el Indec en su informe sobre la evolución de las manufacturas. De los 12 bloques que componen el indicador industrial, hubo 10 que registraron bajas de hasta 20,9 por ciento. Los únicos rubros con incrementos fueron la rama automotriz y el de metálicas básicas (producción de acero). Los retrocesos más importantes se observaron en los rubros dedicados a abastecer el consumo interno, al destacarse el repliegue en la refinación de petróleo y en la producción textil. La encuestas a los referentes industriales incluidas en el documento del Indec mostraron pesimismo para los meses que siguen. Casi la mitad de los encuestados indicaron que entre agosto y octubre habrá menos consumo respecto del mismo período de 2017.
El detalle del informe oficial precisó que la industria ingresó en un ciclo recesivo a partir de mayo, cuando marcó la primera caída interanual del año, con un declive del 1,2 por ciento. En junio, la baja fue del 8,1 por ciento y en julio, del 5,7 por ciento. Para los próximos meses, los consultores esperan caídas similares en la actividad debido al efecto contractivo para el mercado interno generado por la devaluación, el aumento de las tasas de interés al 60 por ciento hasta diciembre y el fuerte incremento en la estructura de costos de las empresas.
La industria de alimentos registró una baja del 1,8 por ciento, en donde se destacó la caída del 14,9 por ciento de la molienda, del 7,8 por ciento de azúcar y productos de refinería, del 1,5 por ciento en bebidas, del 1,3 por ciento de lácteos y del 0,5 por ciento en carnes blancas. Alimentos es uno de los bloques con mayores subas de precios por el efecto de la devaluación y, según consultores, el rubro continuará con problemas para recuperar los niveles de producción en los próximos meses.
Otros bloques que producen para abastecer el consumo local y marcaron importantes retrocesos fueron tabaco (-13,9 por ciento), papel y cartón (-3,8 por ciento), edición e impresión (-6,1 por ciento) y refinación de petróleo (-20,9). También se destacó la baja del 12,9 por ciento de la rama textil, con retrocesos del 11,9 por ciento en hilados de algodón y 13,7 por ciento en tejidos. En tanto, en caucho y plástico la contracción de la producción fue del 11,9 por ciento, con una caída el 16,4 por ciento de los neumáticos y 11,0 por ciento de manufacturas de plástico.
En la industria de sustancias y productos químicos hubo un retroceso de 9,6 por ciento. El sector se compone por 7 rubros, de los cuales cayeron seis. Se destacó la baja del 49 por ciento de fibras sintéticas y artificiales, del 27,1 por ciento de agroquímicos, del 17,1 por ciento en productos químicos, del 15,5 por ciento de materias primas plásticas, del 8,5 de productos farmacéuticos y del 6,1 de detergente, jabones y productos personales. En contraste, hubo una suba del 9 por ciento en gases industriales.
En cuanto a la rama de minerales no metálicos, que se asocia a la situación del sector de la construcción, se anotó una merma del 0,8 por ciento. En detalle, hubo una baja del 6,5 por ciento en vidrio y del 5,3 por ciento en cemento. La construcción es una de las actividades con mayores problemas para los próximos meses debido a los anuncios del Gobierno de avanzar hacia el déficit cero. Esto implica que habrá un fuerte recorte en los gastos de capital (obra pública) en la segunda parte del año, una situación que no se modificará en 2019. La rama metalmecánica, en tanto, marcó una contracción del 11,9 por ciento.
Entre los sectores con aumentos de producción, figuró la suba del 12,9 por ciento en la industria automotriz y del 13,0 por ciento en metálicas básicas. En este último punto, sobresalió el avance del 16,3 por ciento del acero crudo.
Las encuestas que realiza el Indec a los referentes de la actividad industrial resultan una buena forma de observar las tendencias para los próximos meses. El 44,8 por ciento de los encuestados considera que el consumo caerá y el 44,1 por ciento indica que no habrá variaciones. Puesto de otro modo: sólo el 11,1 por ciento de los encuestados dicen que aumentará la demanda interna en los próximos meses. Ningún empresario cambia sus planes de inversión para producir más si espera caída de demanda. Se trata de una regla básica de las economías modernas.