El embajador en México, Ezequiel Sabor, quedó envuelto ayer en una polémica por haber ido a recibir a la Fragata Libertad en el Puerto de Veracruz con un atuendo excesivamente informal: remera, bermudas y zapatillas. Dado el malestar que generó su actitud tanto en el Gobierno como en las Fuerzas Armadas, la Embajada se vio obligada a emitir un comunicado en el que explicó que Sabor tenía previsto únicamente realizar actividades náuticas –de ahí su atuendo– y que recién a último momento fue invitado a un almuerzo en la histórica fragata que decidió aceptar. Aclararon que a la recepción realizada por la noche se vistió de manera adecuada.