Los cambios en la estructura del Gabinete de ministros debieron esperar por el motivo más extraño. Si bien el presidente Mauricio Macri lo anunció y su equipo de comunicación dio a conocer los cambios en una gacetilla de prensa, la reestructuración no es legal hasta que no aparece en el Boletín Oficial. Y ayer el Boletín Oficial se demoró inusualmente. Mientras lo habitual es que sea subido a la web de Casa Rosada en la madrugada, ayer pasó toda la mañana sin aparecer y sin que hubiera una explicación oficial. Recién la ley de ministerios se publicó cerca de las 17. Fue una más de las demoras, de las idas y vueltas en torno a los nuevos cargos. Nadie explicó por qué había estado demorado el Boletín Oficial. Eso sí, dio lugar a muchos chistes en las redes sociales. 

En las primeras horas de la mañana se esperaba la definición en detalle –y con valor legal– de los cambios en el organigrama del Gabinete, que habían sido comunicados en lunes. De hecho, hasta la publicación en el Boletín Oficial los ministros degradados seguían siendo ministros y no secretarios. Pero las horas pasaban y el Boletín no aparecía. Desde la Rosada, no atinaron a dar ninguna explicación. Simplemente comentaron que iba a aparecer después del mediodía. Mientras tanto, se generaban especulaciones sobre si la demora se debía a que se iban a introducir cambios a lo anunciado, algo que finalmente no ocurrió.

En las redes sociales llovieron las críticas y los chistes mientras el Boletín Oficial seguía en el limbo: “Por ahí el Boletín Oficial viene en el mismo barco que las inversiones y el segundo semestre. Hay que darle tiempo”, proponía un usuario de Twitter. “¿Viste cuando estirabas al máximo mostrarle la libreta de calificaciones a tu papá? Bueh, el Boletín Oficial”, proponía otro. “Están traduciendo al español el Boletín Oficial”, se reía un tercero. Algunos imaginaron que en el recorte de gastos del Estado habían despedido al encargado de publicarlo y de ahí la demora. “Para mí, que el Boletín Oficial tiene vergüenza de salir”, interpretó la abogada Graciana Peñafort. El economista Miguel Bein hacía memoria e indicaba que “desde 1983 nunca se retrasó tanto”. “Quizás cerraron el Boletín Oficial porque publicaba muchas noticias que perjudicaban al Gobierno”, indicó el periodista Juan Agosto. Su colega Mariano Martín escribió: “Una empresa rusa se ofreció para buscar el Boletín Oficial”. “Un camionero vio al Boletín Oficial por una ruta de Entre Ríos”, indicó el periodista Sebastián Iñurrieta. “Los extraterrestres negamos que el Boletín Oficial haya sido abducido”, indicó una cuenta de otro planeta.

No obstante, al mediodía apareció parte del Boletín, pero no la nueva definición de los ministerios. Se publicó todo su contenido menos la “primera sección”, exclusivamente destinada a “Legislación y Avisos Oficiales”. Evidentemente, los cambios, resueltos durante el fin de semana y anunciados a las apuradas, no habían pasado por un tamiz fino de especialistas legales, lo que demoró su publicación formal. 

Finalmente, el decreto con los cambios apareció a eso de las 15 y el resto del Boletín Oficial fue publicado más cerca de las 17, esto es: 12 horas más tarde de lo que suele ocurrir normalmente. Allí también se incluyeron las leyes sancionadas por el Congreso de la Nación, que no entran en vigencia hasta que se publican. En la Dirección Nacional de Registro Oficial no hubo explicación alguna para la demora.

En la ley que se publicó quedó confirmado que habrá una Jefatura de Gabinete y otros diez ministerios: del Interior, Obras Públicas y Vivienda, de Relaciones Exteriores y Culto, de Defensa, de Hacienda, de Producción y Trabajo, de Transporte, de Justicia y Derechos Humanos, de Seguridad, de Salud y Desarrollo Social, y de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.