El Supremo Tribunal Federal (STF) rechazó ayer un nuevo pedido presentado por la defensa del ex presidente, Luiz Inácio Lula da Silva (foto), que exigía el cumplimiento de derechos políticos del ex mandatario. La medida buscaba dejar sin efecto la decisión del Tribunal Superior Electoral (TSE), que el sábado rechazó la candidatura presidencial de Lula. Los abogados del ex mandatario citaron el pronunciamiento del Comité de la ONU que exhortó a Brasil a tomar las medidas necesarias para que Lula continúe con su candidatura. Sin embargo, Edson Fachin, relator de la causa Lava Jato, negó la apelación por considerarla no vinculante, y la justificó en nombre de la llamada Ficha Limpia, que impide que un condenado en segunda instancia se postule a un cargo electivo. A pesar de la decisión del magistrado, la defensa podría volver a apelar para que el asunto sea juzgado en plenario. En su estrategia jurídica, Lula ya presentó apelaciones tanto ante la ONU como ante la Corte Suprema de Brasil para intentar revertir el fallo negativo de la autoridad electoral y mantenerse en la disputa por la Presidencia de Brasil. Lula, fue encarcelado por orden del juez Sérgio Moro quien lo condenó a cumplir 12 años y un mes en la prisión de Curitiba luego de culparlo por corrupción en la causa Lava Jato, aunque Lula niega haber incurrido en dicha conducta.
Además de anular la candidatura del exmandatario, el TSE dio plazo hasta el próximo 11 de septiembre para que el Partido de los Trabajadores (PT) nombre al sustituto de Lula en las elecciones. No obstante, la formación reiteró que agotará todos los recursos posibles para mantener la candidatura de su máximo líder.
En caso de que el resto de las apelaciones sean negadas, el PT podría anunciar la candidatura del exalcalde y exministro Fernando Haddad, hasta ahora candidato a vicepresidente en la fórmula del PT y portavoz de la fórmula presidencial. En las encuestas en las que se contempla un escenario sin Lula, Haddad figura en quinto lugar y su intención de voto creció desde el 4 por ciento en agosto, hasta el 6 por ciento en septiembre. En ese escenario, los sondeos posicionan primero al ultraderechista, Jair Bolsonaro, que cuenta con un 22 por ciento de apoyos (antes del atentado), seguido de la ecologista Marina Silva y el laborista Ciro Gomes, ambos con un 12. El cuarto favorito en el sondeo de Ibope es el exgobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, aspirante por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el preferido por el mercado financiero, cuya intención de voto subió desde el 7 por ciento en agosto, hasta el 9 por ciento en septiembre.