El mercado financiero volvió a respirar en los últimos dos días. Las acciones de empresas argentinas que cotizan en Nueva York anotaron ayer aumentos de hasta 16,8 por ciento que se sumaron a las subas de más del 10 por ciento de la jornada anterior. El cambio de humor se observó también en los bonos. Los títulos públicos, que acumularon en el año caídas de hasta 35 por ciento, rebotaron esta semana un 5 por ciento. Los analistas no descartan mucha volatilidad en los próximos meses pero consideran que la ola de ventas de los activos argentinos alcanzó un límite en agosto. Los precios de las acciones y los instrumentos de renta fija hacen muy tentadora la apuesta. Los propios fondos de inversión globales, que el mes pasado registraron importantes pérdidas por el derrumbe argentino, dejaron trascender que sostendrían las inversiones en el mediano plazo. El riesgo país bajó 18 puntos y quedó en 744 puntos.
Las caídas
Las fluctuaciones de precios en la bolsa siguen sorprendiendo a los inversores locales y extranjeros. Ayer el Merval subió 4,1 por ciento. La bolsa porteña, sin embargo, registra una capitalización en dólares que es 55 por ciento menor respecto de lo que tenía en diciembre de 2017. Las pérdidas se concentraron entre junio y agosto y los retrocesos de la banca fueron de los más importantes. El valor de la acción del Galicia en Nueva York pasó de 42,2 a 22,5 dólares, es decir una caída del 46,7 por ciento. Banco Macro descendió de 77,2 a 43,6 dólares (-43,5 por ciento) y Banco Francés bajó de 14,4 a 8,5 dólares (-41 por ciento). El más golpeado fue el Supervielle: su preció pasó de 16,9 a 6,8 dólares, al retroceder 59,8 por ciento.
La inestabilidad cambiaria fue uno de los elementos que provocó el desplome de los precios. La banca perdió por sus tenencias de Lebac y de la cartera de crédito en pesos. Las entidades más perjudicadas fueron las que apostaron a que el tipo de cambio iba a plancharse este año debajo de los 30 pesos. “La escalada de la divisa en agosto fue tóxica para las acciones bancarias. Pero ahora que los inversores intuyen que el Central recuperó poder de fuego para contener el dólar entre los 38 y 42 pesos puede haber algo de margen para un rebote que no sea sólo por compras de oportunidad”, mencionó a este diario un operador, quién aseguró que en los últimos días le recomendó a los clientes comprar opciones (derivados) de los bancos. “La inversión es de alto riesgo igual que la ganancia potencial. Es una apuesta a medida de los inversores que no toleran ver los fondos de su cuenta un 20 o 30 por ciento debajo de diciembre”.
El rebote
Los bancos desde el miércoles fueron algunas de las acciones que más rebotaron en Nueva York. Se destacó ayer el alza del 13,9 por ciento del Supervielle (en septiembre acumula un avance del 15,9 por ciento), del 15,4 por ciento del Banco Francés, del 13,8 por ciento del Grupo Financiero Galicia y del 8,2 por ciento de Banco Macro. El miércoles el Supervielle ya había subido un 10,3 por ciento, mientras que el Francés lo hizo al 5,2 por ciento, el Galicia al 7,6 y el Macro al 11. La menor volatilidad cambiaria parece ser un catalizador de las inversiones hacia las acciones bancarias. El costo de oportunidad de seguir líquido en dólares mientras sube la bolsa (y otros instrumentos que ajustan por tasa de interés en pesos) empieza a ser elevado.
La tentación de comprar barato y esperar no es sólo de inversores locales. Los fondos extranjeros volvieron a ver con atención qué ocurre en la Argentina con la negociación del Fondo y la aprobación del presupuesto para 2019. En los últimos ocho meses el índice de acciones emergentes de Bloomberg (MSCI Emerging Markets Index) bajó un 20 por ciento. Esto implica que es el momento de los fondos para rearmar las inversiones e intentar recuperarse de las pérdidas. La Argentina es tentadora para los responsables de reelaborar la cartera de activos porque cayó por encima del promedio. El dato, no obstante, hay que mirarlo con cuidado. El país acumuló mucha desconfianza entre los inversores globales. El Financial Times publicó esta semana que Templeton llegó a perder 1200 millones de dólares por sus activos en el país en agosto y la pérdida de la cartera en términos porcentuales fue la mayor en 4 años.