El dólar finalizó ayer a 38,72 pesos para la venta, con un recorte de 56 centavos respecto del día anterior. Esta vez alcanzó el amague de una nueva intervención del Banco Central para contener una eventual disparada de la divisa. En la jornada previa el organismo había intervenido de manera directa, vendiendo dólares en el mayorista, para frenar la escapada, una operación que desde la firma del acuerdo con del Fondo Monetario aparecía vedada. Sin incidencia directa del Central, la divisa en el mayorista cedió 1,05 pesos a 37,35, lo que equivale a una baja de 2,7 por ciento. Tampoco hubo licitación previa de divisas, un mecanismo que impuso el titular del Central, el financista Luis Caputo, y que únicamente le permitió a los bancos un acceso más barato al billete verde. Las reservas finalizaron en 51.140 millones de dólares y sumaron 84 millones respecto de la jornada anterior.
Desde el 22 de junio, fecha en que arribó el desembolso de 15.000 millones de dólares del Fondo Monetario, el Central perdió 12.134 millones de reservas. El grueso se esfumó en licitaciones de divisas preanunciadas que bancos privados aspiraron casi en su totalidad sin lograr que se contenga la corrida. Bajo el argumento de que el FMI condicionaba su línea crediticia a un esquema de libre flotación del dólar, la autoridad monetaria encaró el mecanismo de licitaciones en momentos preestablecidos de la jornada. Sin embargo, en un escenario de constante tensión cambiaria, reflejo de la falta de confianza ante una política económica inconsistente, las licitaciones sólo permitían que bancos y empresas se aseguraran divisas a un precio inferior al que se ofrecía en el mercado en el momento. Todavía peor, el número de licitaciones y los montos fueron aumentando. Entonces un banco podía adquirir las divisas que licitaba el Central al mediodía y sobre el final vender y hacerse una diferencia. Luego recomprar en el último llamado que el BCRA hacía minutos antes del cierre de la rueda.
El fracaso de esta modalidad sui generis de intervención tuvo su peor momento la semana pasada, cuando el valor del billete verde pegó un salto de 35,5 por ciento, hasta tocar los 42,10 pesos, lo que obligó al Gobierno a renegociar el acuerdo con el Fondo y anunciar una serie de medidas de mayor ajuste y una tímida aplicación de retenciones a la exportación. Ayer se dispuso un plazo de cinco días para el pago de los 4 pesos por dólar de las exportaciones del complejo sojero (ver aparte). Y desde el miércoles el Central retomó las tradicionales intervenciones, en las que lisa y llanamente vende de manera directa dólares para equilibrar la demanda y contener el precio, lo que algunos analistas leyeron como una operación que fue convalidada por el Fondo. En la rueda del miércoles combinó ambas operaciones. Primero licitó 100 millones de dólares y luego entregó otros 135,1 millones en ventas directas en el mayorista.
En la jornada de ayer no hubo licitación y tampoco intervención. Esta vez bastó la posibilidad de que el Central interviniera para mantener la cautela en las transacciones, en un mercado que apenas movilizó 304 millones de dólares, una tercera parte de lo que se negoció en la jornada anterior. Durante la rueda hubo altibajos en los precios, pero en un margen acotado por la falta de profundidad del mercado, hasta que finalizó con un retroceso de 1,05 pesos a 37,35. Al público el precio se retrajo en 56 centavos, que se suman a los 51 que cedió el miércoles.
En el mercado paralelo, el denominado dólar blue bajó en cuevas del microcentro 80 centavos a 39,20 pesos, mientras que las operaciones de contado con liquidación, canal de fuga de divisas de inversores más sofisticados, promedió los 38,79 pesos, con un descenso de 40 centavos. La apuesta sobre el precio futuro de la divisa lo mantuvo cerca de los 40 pesos a fin de mes, aunque evidenció una baja de 90 centavos en la mayoría de los plazos. Según los contratos de dólar futuro transados en la plataforma del Rofex, que representaron el equivalente a 690 millones de dólares, la cobertura a fin de mes pactó en 39,55 pesos, mientras que para el cierre de octubre se acordó un tipo de cambio en los contratos de 41,30 pesos por divisa. Los contratos con vencimiento a fin de año se resolvieron en los 44,50 pesos.