Luego de un silencio rotundo, el titular del Banco Central habló en público sobre la crisis financiera y cambiaria que atraviesa el país y reconoció las dificultades que tendrán que soportar los argentinos en los próximos años. Si bien Luis Caputo intentó mostrarse optimista y confiar en la política económica delineada con el Fondo Monetario, a quien definió como “muy buena gente”, en un acto de sinceridad advirtió que los próximos meses serán difíciles. “La recuperación va a ser un proceso lento y doloroso”, admitió desde la Convención del Instituto de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).

Además de desmentir peleas con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el funcionario aclaró que no viajó a Washington con la comitiva oficial para poder estar en el país durante las dos jornadas volátiles del mercado, cuando el dólar pasó la barrera de los 40 pesos. A diferencia de que la corrida cambiaria de agosto lo encontró en las playas de Río de Janeiro, según se supo en los últimos días. 

“Si tenemos un tipo de cambio competitivo y vamos por el camino del déficit cero, por qué no pensar que va a ir bien la cosa”, dijo primero al ser consultado sobre el panorama económico de los próximos meses. A pesar del optimismo, Caputo no aclaró cómo sería esa recuperación. “Si bien los mercados se van a recuperar rápido, la economía va a tardar más y va a ser un proceso lento y doloroso”, vaticinó.

El ministro manifestó su confianza ciega en el FMI como garante de la recuperación de la economía argentina. “Son muy buena gente, hay muy buena aceptación, son muy buenos técnicos y todos queriendo ayudar. Van a hacer lo imposible para que todo salga bien. Tenemos una confianza enorme en el equipo y en lo que estamos haciendo con el Fondo”, aseguró Caputo sobre las reuniones del martes de Dujovne con Christine Lagarde. 

Caputo defendió también la última intervención del Banco Central en el mercado, que pareció marcar un cambio de estrategia para contener el precio del dólar. Según el funcionario, la venta directa con la que el BCRA logró ubicar el dólar por debajo de los 40 no suele tener el visto bueno del Fondo, pero en esta ocasión “escuchó” el pedido argentino y dio luz verde. “El mercado entendió el mensaje y se tranquilizo”, aseguró el funcionario.

Como no puede faltar en el equipo económico del gobierno, Caputo aludió a los fenómenos climáticos para explicar la crisis. “Esta tormenta en un país desarrollado dura un minuto y medio. Nosotros tenemos menos herramientas porque durante muchos años no se hicieron las cosas bien y eso te quita libertad”, se excusó el titular del BCRA.

“Todo el mundo quiere que se bajen los impuestos pero dada nuestra estructura económica hoy son lujos que no nos podemos dar”, sostuvo tras asegurar que la Argentina no va a entrar en default “ni mucho menos”. Para Caputo la crisis cambiaria fue producto de un shock externo, “no un tema nuestro”, pero que afectó a la economía argentina más que a otras por “nuestras vulnerabilidades y porque tuvimos shock internos como la sequia y el escándalo de los cuadernos”.

Confiado en su política económica, Caputo se mantuvo optimista con que “va a ir bien la cosa”. “No nos martiricemos tanto”, pidió y aclaró que si bien estamos en un proceso de recesión los mercados se van a recuperar.  “Los grandes cambios no pasan de un día para el otro, llevan tiempo. Los argentinos dudamos mucho de nosotros mismos”, dijo por último aunque descartó que el año que viene la tasa de inflación pueda llegar a un dígito.