Detuvieron a tres hombres y una mujer, acusados de formar una banda que se dedicaba a robar autos mediante el uso de sistemas electrónicos para inhibir las alarmas y cierres centralizados. El grupo fue apresado en una estación de servicio en el partido de Ezeiza y se sospecha que están vinculados con otros hechos delictivos similares.
El uso de esta modalidad de robo aumentó a principios del año pasado. “En 2017 hubo un recrudecimiento de este tipo de robos. Por eso hicimos una campaña de prevención muy grande en medios y así logramos que bajara la cantidad de hurtos”, informó a PáginaI12 Fernando Culshaw, jefe del departamento de delitos contra la propiedad de la Policía de la Ciudad.
La metodología utilizada por los ladrones se basa en esperar a que los conductores salgan de sus autos y, cuando intentan cerrarlos, inhibir la señal que activa el cierre centralizado con un dispositivo que funciona a una frecuencia radial baja. “Es un dispositivo que puede estar hecho de forma artesanal o algo tan simple como un handy que se compra en Internet. Lo ponen en una frecuencia normada que hace un ruido electrónico que impide el contacto entre la transmisión electrónica con la que se cerraría el auto y el módulo que hace que se traben las puertas”, explicó Culshaw. Los inhibidores de señal pueden tener un alcance de hasta cien metros.
Según el jefe policial, los ladrones “trabajan con la distracción o el apuro del dueño”. “Vos te bajás, apretás, te vas y no mirás que el auto no hace el ruido ni las luces que indican que se cerró”, sostuvo. De esta manera los dueños creen que se activó la alarma del auto, pero en realidad queda abierto. Los ladrones desvalijan el contenido sin necesidad de romper el vidrio ni las cerraduras.
Estos episodios suceden habitualmente en zonas concurridas como estacionamientos de shoppings y supermercados y avenidas. “Siempre operan de a dos. Uno vigila al dueño del auto y hace de campana, mientras que otro roba el auto y se va”, afirmó Culshaw. La única forma de prevenir este delito es comprobar si el auto se cerró o no. “Cuando hay alguien que toma esta medida de seguridad, no se meten con él”, sostuvo.
Para Culeshaw, lo más grave es cuando los dueños del auto dejan la llave de su casa en el vehículo. “Ahí pueden sacar la dirección de los papeles del seguro, te desvalijan la casa sin forzar la cerradura y ponen la llave donde estaba mientras vos estás en el shopping o el cine”, advirtió.
En este caso, los sospechosos fueron detenidos en un operativo policial realizado en una estación de servicio ubicada en el kilómetro 38 de la autopista Ezeiza-Cañuelas, a la altura de Tristán Suárez. Los agentes incautaron el auto Chevrolet Aveo gris que usaba el grupo, un inhibidor de señal de alarma, tres teléfonos celulares y dinero en efectivo, entre otras cosas.
Investigadores de la Policía intentan determinar si los detenidos están vinculados con otros grupos que operan bajo la misma modalidad. Además, se sospecha que están vinculados a otros robos en la zona que tienen las mismas características.
Los detenidos habrían robado objetos de automóviles detenidos en estaciones de servicio ubicadas a lo largo de las autopistas Ezeiza-Cañuelas, Jorge Newbery, Ricchieri y la ruta provincial 6. La mujer y uno de los hombres se hacían pasar por una pareja que estaba en el lugar y le indicaban a sus dos compañeros cuando las víctimas se alejaban de sus vehículos. En ese momento activaban el inhibidor y robaban las pertenencias que encontraran en el interior del auto.
Los detenidos se encuentran a disposición de la UFI Nº 2 Descentralizada de Ezeiza, a cargo de Carlos Hassan, del departamento judicial Lomas de Zamora, donde quedaron implicados por robos reiterados agravado por ser en poblado y en banda.
Informe: Ludmila Ferrer.