“No hagas promesas sobre el bidet”, cantaba Charly García años atrás, cuando pocos sabían que era obligatorio incluirlos en la construcción de las viviendas porteñas y lejos de que dejaran de serlo. Pero esta es una de las novedades del nuevo Código de Edificación que sancionó la Legislatura el jueves pasado, en primera lectura. El artefacto de origen francés será opcional, tanto para las viviendas como para los hoteles que se construyan.
Si bien la ley aún debe pasar por audiencia pública y segunda lectura, como el oficialismo cuenta con los votos para aprobarla antes de fin de año, se descuenta que será la norma a seguir.
Según informó la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura, a los desarrolladores a la hora de presentar los planos sólo le exigirá el lavatorio, el inodoro y la ducha. El bidet, que nació en Francia en el siglo XVIII y es casi un símbolo nacional, la mayoría de los países lo han dejado de lado, no será de la partida. Tampoco la bañadera, aunque en este caso la justificación viene por el lado de la accesibilidad, ya que representa un obstáculo para ancianos y personas con discapacidad motriz. Otra de las innovaciones del Código, es que permite las “vivienda-placard”, al bajar la superficie mínima para los monoambientes de 29,30 a 21 metros cuadrados.