Veinticinco años y contando. Desde aquella vez, cuando Horacio Ríos ideara un festival dedicado a la tecnología del momento: el video. ¿Cine y/o video? ¿Cómo resolver el entuerto? ¿Era un entuerto? Lo cierto es que el paso del tiempo dio la razón a la necesidad inevitable de un cine expandido, absorbido por las nuevas tecnologías –de entonces y de ahora-, con el rumbo puesto en el devenir.

Aquel Festival Latinoamericano de Video hoy devino, con justa razón, Festival de Cine Latinoamericano, con organización del Centro Audiovisual Rosario y auspicio del Gobierno de Santa Fe y el Incaa. La edición 25 inició el viernes pasado, con una función singular en Plaza San Martín, a través de la proyección de Rosario, sinfonía urbana, una realización del Centro Audiovisual Rosario a partir de material de archivo cedido por el coleccionista Juan Carlos Moreno, junto a la musicalización en vivo del Ensamble Municipal de Vientos dirigido por el maestro Fernando Ciraolo. Imágenes de épocas diferentes de la ciudad tuvieron pantalla al aire libre, entre el ritmo cotidiano. Un comienzo perspicaz, evidentemente.

 

Era uma vez Brasilia, de Adirley Queiroz.

 

Hasta el 15 de este mes el Festival tendrá, tal la costumbre, una nutrida programación repartida en películas estreno, competencias de cortometrajes, capacitaciones, charlas y secciones especiales. La Competencia Oficial reunió 61 cortos, con producciones de México, Argentina, Cuba, Brasil, Uruguay, República Dominicana, Colombia, Costa Rica, Venezuela, Chile, Guatemala y Paraguay. La Competencia Rosarina está conformada por 19 cortometrajes, mientras que 27 trabajos competirán en la categoría Competencia Escuelas de Cine. 

Vale detenerse en las proyecciones que tendrán lugar el día de hoy, puesto que a las 19 en Cines del Centro se podrá ver Los inundados (1962), de Fernando Birri; y a las 22.30 en Cine El Cairo la primera parte de La hora de los hornos (1968), de Pino Solanas y Octavio Getino, ambas enmarcadas en la sección “Encuadres: películas restauradas”. Por un lado, estos films constituyen un merecido homenaje a Birri y Getino, ya fallecidos; pero también conforman un díptico que bien viene revisar, dado un devenir histórico que las hace insoslayables. Films conscientes de su tiempo, con una estética vinculada de modo estrecho al comportamiento político de la época, el film de Birri lleva a la pantalla a Mateo Booz desde la impronta neorrealista italiana, mientras Solanas y Getino hacen explotar la pantalla con una fuerza todavía abrumadora. Desde las consignas estéticas de la vanguardia soviética, ejemplificada en el montaje de Sergei Eisentein, La hora de los hornos es un documento extraordinario, consecuente con una clandestinidad que revelaba al cine como la mejor herramienta estética: combativa, frontal, joven. Los 50 años de la película la llevaron a ser exhibida en el reciente Festival de Cannes. Verla hoy la vuelve todavía más irresistible. La misma sección incluye a La película infinita (2018. Jueves a las 18, Cines del Centro), en donde el realizador Leandro Listorti ensaya un film peculiar a partir de fragmentos de películas argentinas nunca finalizadas.

Entre los largometrajes en carácter de estreno podrá verse Cocote (2017, Rep. Dominicana/Argentina/Alemania/Qatar. Martes a las 22.30, El Cairo), de Nelson Carlo de los Santos Aria (Mejor Director en Festival de Cine de Mar del Plata), en donde un jardinero de casa adinerada tendrá que revolverse entre su fe evangelista y los designios de su familia, que espera sea él el ángel vengador de su padre asesinado. Con Todo el año es Navidad (2018, Argentina. Jueves a las 22, Cines del Centro), Néstor Frenkel vuelve a hacer de las suyas, en este caso ocupado en aquellos que han dedicado su vida a actuar como Papá Noel o similares durante las denominadas “fiestas”. Era uma Vez Brasilia (2017, Brasil. Miércoles a las 22, Cines del Centro), de Adirley Queiroz (Premio Especial del Jurado en Locarno), se anuncia como un documental filmado en el año 0 DG (Después del Golpe). De acuerdo con la sinopsis: un agente intergaláctico yerra en el destino del viaje y en lugar de aterrizar en 1959 para asesinar a Juscelino Kubitschek lo hace en 2016. Hay problemas: en el Congreso habitan monstruos. Por su parte, Averno (2018, Bolivia. Miércoles a las 22.30, en El Cairo), de Marcos Loayza (Mejor Película Competencia Latinoamericana, Bafici), retrata la búsqueda que un joven lustrabotas emprende sobre el paradero de su tío. El camino lo lleva al averno, donde los muertos coexisten con los vivos.

 

Todo el año es Navidad, dirigida por Néstor Frenkel.

 

En cuanto a animaciones, destaca la proyección de Virus tropical (2017, Colombia. Lunes a las 22.30 en El Cairo), en donde Santiago Caicedo versiona la historieta de mismo nombre de Powerpaola, centrada en una joven, su crecimiento y dilemas familiares, en plena Colombia dibujada en blanco y negro. La sección “La memoria en su sitio” permitirá descubrir también el más reciente trabajo de César González: Atenas (2018. Jueves a las 20, Cines del Centro), que elige explicarse desde la pregunta: ¿No es una pesadilla si además de mujer naciste pobre y recién salís de la cárcel? Entre las funciones especiales destacan Tito (2018, Viernes a las 20, Cines del Centro), de Esteban Trivisonno, peculiar homenaje al déspota que todos dicen que aman y que es el actor Tito Gómez; y Siempre es tarde (2016, Viernes a las 18, Cines del Centro), donde Patricio Carroggio indaga en la intimidad de una pareja de amigos, de afectos cuyos límites son más o menos lábiles.

La presencia estelar la constituye la actriz chilena Daniela Vega, protagonista de Una mujer fantástica, Oscar al Mejor Film Extranjero. El film ya se exhibió, y Vega participó del panel “El Cine y la TV como expresión de la diversidad”, junto a la actriz Maite Lanata. Mañana a las 18, la Escuela para Animadores (Isla de los Inventos) será lugar elegido para la charla de Liliana Romero, directora de Anida y el circo flotante (2016). El miércoles, también a las 18 y en Escuela para Animadores, el Cluster Audiovisual Rosario ofrecerá su experiencia y propuestas sobre nuevas formas de coproducción y exhibición. El jueves a las 16, el Museo de la Memoria reunirá testimonios sobre el cine en contextos de encierro. Y el sábado el Planetario Municipal (a las 15.30, 16.30, 17.30) será la pantalla ideal para la película de animación fulldome Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos (2017), de Hernán Moyano.