Cinco días después de caer como local (1-2) frente a Atlético Tucumán por la Superliga, Newell’s se tomó revancha ayer y eliminó al Decano de la Copa Argentina en el estadio de Temperley. A pesar de jugar con un hombre extra durante más de un tiempo, el elenco rosarino no pudo sacar diferencias durante los noventa minutos (0-0) y tuvo que esperar a los penales, donde se impuso por 5-3. En la próxima instancia, de cuartos de final, se podría dar el clásico rosarino si es que Central deja en el camino a Almagro.

El gran héroe de la jornada fue el arquero Aguerre, quien ocupó el lugar del habitual titular Ibáñez y tuvo su debut en el arco de Newell’s, a donde llegó en este mercado de pases tras jugar toda su carrera en Vélez. El porteño de 28 años le contuvo el disparo a Noir –el cuarto ejecutante por los tucumanos en la tanda de los penales– y le permitió al juvenil Callegari poner luego el quinto y definitivo gol para la victoria rosarina.

Durante el partido pasó poco, producto de la carencia de ideas creativas de ambos equipos. Ello fue más evidente en los dirigidos por De Felippe que, a partir de la expulsión por doble amarilla del defensor Abero en Atlético a los 33 minutos, contaron con superioridad numérica. Pero recién sobre el final, Newell’s tuvo su mejor chance a través de un remate del ingresado Torres, que generó la buena respuesta de Lucchetti.

En cuartos de final de Copa Libertadores y tercero en la Superliga, el Decano apostó a lo que mejor sabe hacer tras la expulsión y, con el orden característico de los equipos de Zielinski, aguantó los embates rosarinos y apostó todo a los penales, donde finalmente chocó con Aguerre.