”Mayor exclusión social y pérdida del poder adquisitivo especialmente en los sectores más vulnerables”, son algunos de los rasgos que proyecta para los próximos meses el economista Daniel Guida. En diálogo con Rosario/12, el docente y miembro de la Fundación Pueblos del Sur observa que el gobierno nacional pondera “factores totalmente fuera de su responsabilidad” cuando el compromiso de la crisis lo tiene que asumir “lisa, pura, llana y exclusivamente” a raíz de las políticas que implementa.

-- ¿Qué análisis trazó de lo que ocurrió en los últimos días?

-- La primera reflexión es que la situación que estamos viviendo es el resultado de un programa económico que desde los albores del gobierno de Cambiemos tenía una dirección que se fue profundizando con el paso del tiempo y en la cual se suman algunas circunstancia externas que derivaron en esta crisis que está viviendo Argentina. Centralmente, es un programa económico basado en el endeudamiento externo, el achicamiento de la economía, transferencia de ingresos sustanciales a sectores más concentrados y el conjunto de medidas que fue aplicando el gobierno de Macri trajeron esta situación de una seria crisis global basada y agravada por la crisis externa con el valor de la divisa norteamericana. Esta circunstancia derivó no solo en la falta de financiación externa, ya a fin de diciembre los inversores externos dijeron que no estaban dispuestos a prestarle más a Argentina, con el aumento del riesgo que eso significaba, sino que llevó al gobierno a pedirle auxilio al Fondo Monetario Internacional, con las consecuencias que esto tiene. Por lo tanto, no era de esperar otro resultado que no fuera éste y que nos presenta una realidad de crisis económica que tiene correlato inmediatamente en la crisis social afectando a vastos sectores de la población y agudizando la exclusión social.

-- ¿Qué tan trascendentes son las cuestiones externas que el gobierno pondera una y otra vez?

-- No, para nada. Hice la mención, porque en rigor son factores. El gobierno lo que hace es ponderar factores totalmente fuera de su responsabilidad, los cuadernos, la herencia, Turquía. Creo que la gran mayoría de los argentinos vemos que es mínima la ponderación que puede tener eso en la crisis, yo diría que para nada, la prueba está en que uno mira el mundo y ve que en algunos casos ni se notó. Esto es el resultado de la Argentina básicamente, la responsabilidad la tiene lisa, pura y llana y exclusivamente el gobierno, no solo en la dirección que imprimió sus políticas, en los resultados que fue obteniendo sino también en el manejo especialmente de los últimos tres meses, cuando hubo un refuerzo de una crisis que ya se iba observando.

-- Hay un aumento sostenido y cada vez más intenso de la inflación, ¿cuál es la razón por la cual el gobierno no puede controlarla?

-- Centralmente hay varios factores, pero lo principal es que en Argentina la cuestión de la inflación no es un tema monetario, como lo ha vivido conceptual e ideológicamente el gobierno, sino que es un conjunto de factores y variables. Uno de los principales factores es que el famoso pase de dólar a precios es muy importante, con lo cual toda devaluación en Argentina rápidamente influye en los precios internos y máxime en los precios como alimentos, aquellos bienes que tienen componentes importados o compiten con bienes del exterior.

-- Y este gobierno no emplea herramientas para evitar ese pase.

-- Absolutamente, la demostración está en que toma medidas que son contraproducentes. El aumento de tarifas dolarizadas repercute rápidamente en la confección de costos y precios en la economía interna. Ni te cuento en la tasa de interés, cualquier empresa que tiene entre sus costos la utilización de capital, el cual desarrolla su actividad productiva, comercial o de servicios, tiene una tasa de interés prohibitiva, escandalosa, única en el mundo. La referencia de los bancos es del 60, pero en la práctica es del 80 y 100 por ciento, especialmente para las pymes. Plantearse que la inflación, sacada del manual del neoliberalismo, tiene la condición exclusivamente del monetarismo y algún aspecto fiscal no solo que es torpe, sino que es absolutamente equivocado. Sus economistas y algunos comunicadores siguen insistiendo que el gran problema de Argentina es el déficit fiscal apoyándose en algunas de estas ideas que ya están perimidas en el mundo.

-- ¿Tiene una mirada errónea del mundo el gobierno?

-- Por supuesto, obviamente, esa es la base del primer gran error, no sólo de diagnóstico sino de la aplicación de políticas después. En un mundo que se mueve con guerra comercial se levantan todas las importaciones, en un mundo que se mueve con volatilidad de los capitales internos se hace un endeudamiento sin los controles mínimos de ingreso y egreso de capitales. Cada medida que se iba tomando iba a contrapelo del mundo. Un mundo que cuida su divisa de su comercio exterior liberaliza completamente su tipo de cambio. Cuando la Argentina necesita crecer, seamos honestos, también necesita divisas e importaciones. No está mal que un país importe, pero lo tiene que hacer con seriedad y destinado al crecimiento y la inclusión. Ahora, si en ese marco, vos le negás tanto al mercado de cambio que les decís a tus exportadores que exporten y hagan con la divisa lo que bien les parezca, esto es único en el mundo. Ni siquiera la obligación de liquidar las divisas dentro de las fronteras como corresponde.

-- El oficialismo habla de seis meses futuros muy duros, ¿qué significa una profundización de este plan económico?

-- Mayor exclusión social, pérdida del poder adquisitivo especialmente en los sectores más vulnerables, caída de la actividad económica, depresión, la inflación que sigue estando con lo cual estamos en estanflación y por supuesto una baja del estándar de vida de la mayoría de la población, obviamente con un alto grado de conflictividad social. Con este modelo, con la aplicación de estas políticas, la transferencia de ingresos se ha hecho puramente de los beneficiarios, que son un sector cada vez más minoritario de la economía, más concentrado y que muchos están vinculados al capitalismo financiero internacional.