Carlos Tevez se despidió ayer de los hinchas de Boca mediante un video antes de sumarse a su nuevo club, el Shanghai Shenhua de China, y se excusó por la metodología al admitir que no le resultó fácil tomar esa decisión ni comunicarla. “Primeramente, quiero agradecer a la gente de Boca por todo el cariño, por todo el amor que siempre me brindaron y me van a brindar. No es fácil tomar la decisión que he tomado y tampoco es fácil comunicarla”, afirmó el jugador en una publicación de un minuto que posteó en las redes sociales. El delantero se resignó ante el hecho de no ser más jugador del club que ama “por distintas circunstancias a las que lleva la vida”, e insistió con que “las presiones” sufridas durante su estadía en Boca fueron las que precipitaron todo.

“A veces hay que tomar una decisión, porque uno sabe lo que es estar en el día a día del club que ama y las presiones que uno tiene, más con todo el cariño y el apoyo de los dirigentes, del cuerpo técnico, de los compañeros y la gente”, justificó.

El jugador, sentado sobre un sillón de color claro, vestido con short blanco y remera deportiva gris, comentó que no se sentía “al cien por cien” para continuar en el club. “Creía que tenía que estar al cien por cien y no podía, eso se me pasó por la cabeza. Y mi idea siempre fue que si no estaba al cien por cien no podía seguir en el club”, concluyó el futbolista, en un video que dejó trascender su incomodidad.

La forma en la que Tevez salió de Boca, antes del término de su contrato en junio próximo, generó polémica y desilusión en un sector de la gente, a la que le había prometido comunicárselo de manera directa, una vez que decidiera su futuro a partir de este año.

El ex jugador de Manchester City y Juventus, entre otros, aseguró que ello ocurriría durante sus vacaciones, una vez terminada su participación en el Campeonato de Primera y concretado su casamiento, que festejó con una fastuosa boda del 22 al 24 de diciembre en Uruguay.

Sin embargo, durante el receso de fin de año, trascendió una foto de Tevez con la camiseta del club chino, que fue tomada en un hotel porteño antes del último partido de 2016 ante Colón, en La Bombonera. Y en paralelo, Boca emitió un comunicado en su página web mediante el que hacía oficial la transferencia del jugador, por la que percibirá una compensación superior a los 10 millones de dólares pero inferior a los 20 que estipulaba el contrato como cláusula de rescisión.