La violencia sexual ejercida por represores durante la última dictadura militar llega por primera vez a juicio oral y público en la jurisdicción Rosario, como delito particular de lesa humanidad. Será en el marco de la causa Feced III. El testimonio de Stella Hernández, secretaria de Organización del Sindicato de Prensa de Rosario (SPR) y a la vez secretaria de Comunicación de la CTA de los Trabajadores Rosario, llega a la instancia oral luego de más de siete años desde la primera presentación en el marco de los hechos que la tienen como víctima de violación por parte del represor Mario “el Cura” Marcote. El SPR y el movimiento de mujeres de Rosario convocan a acompañar a Hernández mañana desde las 10, en las puertas del Tribunal Federal (Oroño 940). “Tengo un compromiso con las compañeras que ya no están, por las que no pudieron decirlo y por todas las mujeres”, dijo Stella a este diario.
La importancia del testimonio de este miércoles tiene que ver con que es la primera vez que en una causa de lesa humanidad se incluyen los abusos sexuales como delito particular, ya que en otras oportunidades los hechos eran incorporados dentro de la figura genérica de tormentos. Si bien en mayo se dio un primer testimonio de otra víctima, el que llega a esta instancia es el de Hernández.
“Era lo que buscábamos, que estos hechos no quedaran subsumidos en los tormentos”, dijo Hernández, quien considera su declaración como una responsabilidad. “Siempre cuesta. Cuando una se prepara para el testimonio tiene que recuperar la memoria, no porque la haya perdido, sino porque hay que contar los detalles, los nombres y lo que una deja en un lugarcito para poder vivir. Es un trabajo que implica mucho de lo afectivo y lo emocional pero que lo tomo con toda la responsabilidad que me es posible”.
Stella ya declaró dos veces acusando a Marcote, imputado por esos testimonios como autor de abuso por hechos perpetrados en el centro clandestino de detención que funcionó en el Servicio de Informaciones. “Mi testimonio se podría haber leído por secretaría en el juicio, pero yo acepté presentarme porque creo que es un compromiso con las compañeras que ya no están, por las que no pudieron decirlo y por todas las mujeres; por lo que significa más que nada en esta época la lucha por la paridad, la equidad y nuestros derechos, en contra de todo tipo de violencia contra las mujeres”.
Desde el movimiento de mujeres, Majo Geréz consideró que la instancia amerita “que el feminismo esté presente, porque estamos para nosotras”, dijo. La abogada querellante Gabriela Durruty consideró, que para su trabajo, el caso marca la unión de las luchas por los delitos de lesa humanidad y los derechos de las mujeres. Desde el SPR convocaron a organizaciones de derechos humanos, académicas, estudiantiles, territoriales, políticas y gremiales. “Las violencias sexuales contra las víctimas de la feroz dictadura cívico militar que comenzó el 24 de marzo de 1976 tuvo como blanco a muchas mujeres y otras personas por razones de género. Sus lacayos hicieron uso de su situación de poder para multiplicar el sufrimiento con la intención del sometimiento total de las víctimas. Es necesario que nos expresemos frente a la sede de los Tribunales Federales mientras la compañera Hernández brinda su testimonio”, instaron.