El miércoles, el parlamento ruso dio el primer paso para eliminar la violencia de género del Código Penal y considerarla, en cambio, “falta administrativa” en caso de que no haya habido episodios previos de violencia o que la agresión no haya provocado la muerte de la víctima. En la última sesión de la Duma, que funge de Cámara Baja del Congreso, 368 de 450 votos fueron favorables al proyecto que propone considerar la violencia como infracción administrativa si la agresión se produce solamente una vez al año. La impulsora del cambio es Elena Mizúlina, legisladora del partido Rusia Justa que también estuvo detrás de la ley que penalizó la “propaganda homosexual” y que presidió el Comité parlamentario de Familia, Mujer e Infancia. Fuentes parlamentarias rusas aseguraron que Vladimir Putin no avala de momento la medida, que sí goza del beneplácito de la Iglesia Ortodoxa.

El proyecto de la ley iguala violencia de género con violencia familiar, y plantea sus fundamentos en torno a la autoridad paterna, porque, señaló Mizúlina, “en la tradición cultural de la familia rusa, las relaciones entre padres e hijos están construidas sobre la autoridad de los padres”. Por ello, detalló la legisladora, “las leyes deben apoyar esta tradición familiar” y “descriminalizar” la violencia doméstica. “No es lógico que tenga más castigo una agresión dentro de la familia, a un familiar próximo, que fuera”, dijo la impulsora, quien también aseguró que el cambio “permitirá proteger a la familia de injerencias exteriores no justificadas y defender la familia tradicional”, que podría resultar “amenazada si el marido va a la cárcel”.

De acuerdo con el Ministerio del Interior ruso, en 2015 50.000 personas habían sido víctimas de la violencia doméstica.