El personal del Instituto Malbrán denunció que están viviendo una situación de crisis. Debido a la falta de presupuesto, les faltan equipos, personal y drogas que les permitan llevar adelante sus investigaciones. “Estamos trabajando con lo que nos quedó de años anteriores. Tenemos sólo el 5 por ciento de los insumos que necesitamos”, afirmó Cecilia Freire, jefa del servicio de neurovirosis y presidenta de la Asociación de Profesionales del Instituto Malbrán (Apronim). La institución centenaria se dedica a investigar y producir informes que le permiten al ex Ministerio de Salud llevar adelante políticas públicas.

El Malbrán es un instituto de microbiología compuesto por 11 centros que estudian enfermedades infectocontagiosas y hacen vigilancia epidemiológica. “Cuando hay un brote de una enfermedad infectocontagiosa hacemos el diagnóstico para que el Ministerio sepa cómo enfrentarlo”, explicó Freire a PáginaI12. Advirtió que, ante la falta de recursos, se verían imposibilitados de realizar diagnósticos precisos para que el Estado adopte medidas que cuiden la salud de la población. 

Según la presidenta de Apronim, hay falta personal en el instituto. “Hace tiempo que no entra personal, más de la mitad está como contratado y la planta está envejecida por falta de concursos”, detalló. En total, hay cerca de 1000 trabajadores que perciben sueldos muy bajos. “Son personas altamente formadas en prevención y combate de enfermedades infectocontagiosas. Los técnicos son chicos jóvenes con una excelente formación y con sueldos debajo de la línea de la pobreza”, afirmó Freire. Los bajos salarios hacen que los profesionales se vayan a otros trabajos mejor remunerados, especialmente en el sector privado.

Asimismo, Freire explicó que la parte del presupuesto del instituto que se destina al pago de sueldos es insuficiente. Por esta razón, se estaría utilizando parte del presupuesto operativo para pagarle a los trabajadores. “Así no podemos comprar equipamiento nuevo, los que tenemos son viejos, salieron de producción y no hay repuestos en caso de que se rompan. Tampoco contamos con presupuesto para obras, por lo que no podemos hacerle mejoras a los edificios”, contó. 

A esto se suma la dificultad para obtener las drogas y reactivos utilizados en las investigaciones. “La mayoría de nuestros insumos son importados y con un dólar casi a 40 es imposible comprar lo que nosotros presupuestamos el año pasado cuando estaba a 14. Además, los proveedores no quieren hacer las entregas porque no saben a qué precio cobrar”, detalló Freire.

Entre las tareas que realiza el Malbrán están la producción de vacunas y sueros antiofídicos, antiescorpiónicos y antiarácnidos y vacunas como la BGC intravesical para tratar el cáncer de vejiga. Además, se investiga el virus del papiloma humano, que produce cáncer de cuello uterino, y enfermedades como zika, dengue y chikungunya. Freire, quien trabaja allí hace 38 años, afirmó: “Esta institución es nuestra razón de ser y tiene una razón de ser para la salud pública. De acá sale mucha información que mejora la calidad de vida de la población. Nos preocupa porque pasamos épocas muy duras, pero no recuerdo una de tanta incertidumbre como ahora”.

Con la degradación que sufrió el Ministerio de Salud, Freire se mostró preocupada ya que no sólo habría una reducción aún mayor en el presupuesto, sino que todavía no se sabe qué atribuciones tendrá la secretaría ni cómo se verá afectado el trabajo en el Malbrán. “Sería bueno que la ministra Stanley venga y entienda qué es el Malbrán y cómo se trabaja. Esperamos que no le saque funciones al ex Ministerio para que pueda cumplir su función en la salud pública”, afirmó. “Nos preocupa ver que no se le da la importancia al área de salud”, agregó la presidenta de Apronim.

Mañana, los trabajadores del instituto adherirán al paro convocado por ATE y se manifestarán frente al edificio ubicado en la avenida Vélez Sarsfield. para reclamar el aumento en el presupuesto.

Informe: Ludmila Ferrer.