El paro de estatales en el Ministerio de Educación, que cumplió su segunda semana sin interrupciones, comenzó ayer a torcerle el brazo al ministro Esteban Bullrich, quien debió dar marcha atrás en la modificación del programa de formación docente Nuestra Escuela (PNFP) y mantener a los 2600 tutores que pretendía dejar en la calle. Por ahora se trata de un principio de acuerdo al que llegaron las autoridades de Educación y los delegados de ATE Capital y Ctera, al que todavía le falta la firma del ministro, ya regresado de sus vacaciones. Se estima que eso sucedería el lunes. Mientras tanto, los gremios siguen movilizados y el paro continúa por tiempo indefinido: aún resta definir el futuro de 400 trabajadores de los programas socioeducativos que recibieron la noticia de su despido durante las fiestas de fin de año.
Desde Educación confirmaron a PáginaI12 que existe un “principio de acuerdo” con los gremios que garantiza la continuidad de “Nuestra Escuela” y los 2600 puestos de trabajo hasta mediados de 2018. “Es un triunfo de los trabajadores y trabajadoras de la Educación”, aseguraron ayer los gremios. “Ni la represión, ni las amenazas, ni el hostigamiento, ni la violencia institucional pudieron doblegar la unidad de los trabajadores y trabajadoras de la Educación, que son las y los únicos protagonistas de esta victoria, que es la victoria del pueblo argentino en defensa de la Educación Pública”, destacaron los gremios
El acuerdo comenzó a dibujarse el miércoles, en una reunión que mantuvieron el jefe de Gabinete de Bullrich, Diego Marías y la Secretaria de Innovación y Calidad Educativa, Mercedes Miguel -señalada como la impulsora de los “tijeretazos” dentro del ministerio- con delegados de ATE Capital y Ctera. Allí acordaron la anulación de las resoluciones publicadas en el Boletín Oficial que modificaban el régimen académico de los postítulos virtuales que se dictaban en PNFP y la continuidad laboral de 2600 tutores. Desde el ministerio indicaron a este diario que, de todas formas, el acuerdo no anula el “nuevo sistema” impulsado por el ministro. Ambos modelos “convivirán hasta mediados de 2018, cuando se terminen las cursadas de la camada que está vigente”, afirmaron.
“Van a seguir con sus negocios, pero tienen 130 mil potenciales clientes menos”, explicó con ironía ese punto del acuerdo el secretario Gremial Ctera, Eduardo López. “Con la continuidad de Nuestra Escuela, ese universo de docentes tendrá la opción de seguir capacitándose de forma gratuita por el Estado, lo que deja al intento de modelo privatizador de Bullrich en el aire”, dijo.
López insistió en que detrás de las resoluciones existe un negocio privado ligado a un viejo socio de Bullrich, Gabriel Sánchez Zinny, actual director del Instituto de Educación Tecnológica (INET). “Sánchez Zinny tiene una empresa privada que ofrece postítulos privados a distancia, lo mismo que está sacando el Gobierno, y comparte con el ministro una cuenta en Panamá”, denunció. La discusión de fondo, dijo, es sobre el modelo educativo. “Con Nuestra Escuela, una docente de Ushuaia, a través del aula virtual, podía dar capacitaciones sobre Derechos Humanos, por ejemplo, a una docente que trabaja doble turno y aún así buscar seguir mejorando. Tiene una potencialidad impresionante”, describió. “Pero al ministro debe molestarle que los docentes se capaciten en Derechos Humanos”, ironizó.
Sigue el paro
Pese al acuerdo, ATE Capital sostuvo en un comunicado que la medida de fuerza que comenzó hace dos semanas -con represión incluida- continúa “por tiempo indefinido”, al tiempo que denunció el robo que sufrió el delegado de Educación, Rodrigo Recalde. El conflicto seguirá hasta tanto no se resuelva la situación de los 400 trabajadores de programas socioeducativos que se enteraron entre Navidad y Año Nuevo que se quedaban en la calle. Desde el ministerio insistieron ayer que los despedidos son 205 y no 400. “No se les renovó el contrato por incumplimiento de horario”, justificaron. Desde ATE lo desmienten. “Públicamente dicen que son 200, pero en la mesa de negociación admiten que son 400 y que por ahora, sólo de palabra, van a incorporar 200”, dijeron. “Tampoco tienen un criterio de quiénes siguen y quiénes no. No hubo explicaciones, ni hay nombres ni apellidos. Por ahora es resistencia pura del sindicato”, sostuvieron.
Informe: Matías Ferrari.