El presidente estadounidense, Donald Trump, conmemoró ayer los ataques del 11 de septiembre y honró a los tripulantes del vuelo 93, en la localidad de Shanksville, Pensilvania. “Los héroes del vuelo cambiaron el curso de la historia”, afirmó el mandatario, a 17 años de la tragedia. Durante la ceremonia oficial, familiares de las víctimas recordaron los nombres de los pasajeros. El 11 de septiembre de 2001, uno de los cuatro vuelos que fueron secuestrados por el grupo terrorista Al Qaida se estrelló a las 10.03 hora local (14.03 hora argentina) en un campo de Pensilvania, a 270 kilómetros al noroeste de Washington. Los pasajeros del vuelo, luego de ser advertidos de los ataques contra el World Trade Center de Nueva York, intentaron hacerse con el control de la nave. Como consecuencia, el vuelo con 40 pasajeros se precipitó a tierra en medio del campo. “Este memorial es un mensaje para el mundo: Estados Unidos no va a ceder nunca, jamás frente a la tiranía”, afirmó Trump, quien reiteró que hará todo lo posible para garantizar la seguridad de Estados Unidos. “El futuro de Estados Unidos no lo escribirán nuestros enemigos, EE.UU. nunca jamás se rendirá a la tiranía”, dijo el mandatario y agregó que un conjunto de valientes patriotas respondió a los enemigos del país y se unieron al grupo inmortal de héroes estadounidenses. “Las lágrimas de los familiares están acompañadas por el dolor compartido de toda una nación”. Por su parte, el ex presidente Barack Obama se manifestó en Twitter. “Nunca ningún acto terrorista va a poder cambiar lo que somos”, aseveró.
Trump llegó acompañado por su esposa, Melania, y juntos visitaron el recién inaugurado monumento la Torre de las Voces, una estructura de casi 30 metros con 40 campanas que representan a cada una de las víctimas.
En simultáneo, el vicepresidente Mike Pence, en una ceremonia en el Pentágono, donde otro de los aviones impactó contra la sede del Departamento de Defensa, a las afueras de Washington, y dejó 184 muertos, expresó su deuda de honor y respeto a las víctimas y familiares. James Mattis, secretario de Defensa, también estuvo presente en la ceremonia. “Aunque el mal nos visito en una mañana clara de martes, el valor y la fuerza respondieron entre el fuego y el humo en la ciudad de Nueva York, en una pradera de Pensilvania y en este mismo edificio, cuando personas inocentes de 91 países fueron asesinados en nuestro territorio”, apuntó Mattis.
Estados Unidos, como cada año, organizó una multitud de actos de conmemoración de los ataques de septiembre de 2001, en los que fallecieron casi 3000 personas y supusieron el mayor atentado terrorista de la historia del país. En Nueva York, miles de personas se reunieron en las inmediaciones del World Trade Center para rendir tributo a las víctimas de los atentados. La Gran Manzana recordó el 11-S con una emotiva ceremonia en la que familiares de los fallecidos leyeron los nombres de quienes perdieron la vida. A los pocos minutos de arrancar el acto, 8.46 hora local (9.46 hora argentina) los asistentes guardaron un primer minuto de silencio para recordar el momento exacto en el que el primer avión golpeó las Torres Gemelas. Varios familiares pidieron en su discurso, que las autoridades no usen la tragedia con fines políticos. “Por favor, dejen de usar los huesos y las cenizas de nuestros seres queridos como decorado en su teatro político”, dijo un familiar de las víctimas, que perdió a su madre de 76 años. “No es un día para hablar de política, es un tema de corazón; necesitamos estar unidos, es la única manera de enfrentar el dolor”, declaró Alice Greenwald, presidenta del memorial, al canal local New York 1. Los atentados a las Torres Gemelas no sólo dejaron muertos y heridos, sino que miles de rescatistas y residentes del Bajo Manhattan contrajeron enfermedades mortales, a raíz de los materiales tóxicos que dejó el ataque.