Chile conmemoró los 45 años del golpe militar con dos actos separados. Por un lado, el presidente chileno, Sebastián Piñera, acompañado de ministros y funcionarios encabezó una parca ceremonia en el palacio de La Moneda. Por el otro, los partidos de la oposición realizaron un acto en la sede del Congreso en Santiago, donde se elogió la figura de Salvador Allende y se recordó a las víctimas de la dictadura.
“Hoy no recordamos ese día para profundizar en el odio, sino para sacar lecciones”, dijo el mandatario, en la sencilla ceremonia oficial, muy diferente a los homenajes que organizó los últimos cuatro años la exmandataria Michelle Bachelet. “El 11 de septiembre (de 1973) nuestra democracia no murió de muerte súbita, venía muy enferma y de mucho tiempo”, agregó. Además, Piñera destacó que los países deben recordar su historia, pero nunca quedarse atrapados en ella, mientras que el futuro, dijo, es un libro abierto.
En forma paralela, las dirigencias de los partidos Socialista y Por la Democracia realizaron un pequeño recorrido desde las afueras de La Moneda. Hicieron una parada en la puerta por donde fue sacado el cuerpo sin vida de Allende y luego realizaron un pequeño homenaje junto a una estatua del presidente socialista, en el Plaza de la Constitución, frente al palacio presidencial, antes de dirigirse a la sede del Congreso. Allí se sumaron el Partido Comunista, la Central Unitaria de Trabajadores y Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
La senadora socialista Isabel Allende, hija del presidente homenajeado, afirmó que era una fecha de recuerdos, sentimientos y emoción que la hacían sentir orgullosa. “Creo que hemos hecho un acto republicano, unitario, amplio y donde hemos juntamente reencontrado los valores de la verdad, justicia y fortalecimiento de la democracia”, dijo la senadora.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, nieta de Allende, dijo que su abuelo había sido un tremendo demócrata y que hasta último momento había querido llamar a un plebiscito. “Era un hombre que creía en la democracia”, dijo Fernández.
También tomó la palabra la ex senadora Carmen Frei, actual vicepresidenta de la Democracia Cristiana e hija del ex presidente Eduardo Frei Montalva, quien afirmó: “Todavía no sabemos dónde están cientos de detenidos desaparecidos y aún no se aclaran todos los crímenes cometidos. Los pactos de silencio, desgraciadamente, siguen en pie y en miles de hogares todavía se espera verdad y justicia”, sostuvo Frei, cuyo padre murió en 1982, presuntamente envenenado por agentes de Pinochet.