El carnicero Daniel Oyarzún, es “un hombre impulsivo” que en el momento en el que atropelló y mató con su auto a Brian González, lo hizo “con plena conciencia” de lo que estaba haciendo, aseguró la psiquiatra Roxana Lugarini, al declarar como testigo en el juicio oral que se realiza en la localidad bonaerense de Zárate. La perito, que tuvo dos entrevistas con Oyarzún luego del hecho ocurrido el 13 de septiembre de 2016, dijo también que lo había encontrado “en un estado anímico angustioso, con sentimientos de arrepentimiento por la situación que estaba viviendo, aunque actuó con plena conciencia de lo que hacía”. Cuando declaró, en la apertura del juicio en su contra, Oyarzún no demostró signos de arrepentimiento y muy por el contrario, aseguró que “a los ladrones hay que meterlos a todos en una bolsa de basura”.
En el juicio, cuyo veredicto correrá por cuenta de un jurado popular integrado por doce personas –seis mujeres y seis varones–, la tensión y el llanto son permanentes, desde el imputado y su familia, hasta los familiares de la víctima, que se retiraron de la sala cuando se exhibió el video en el cual se ve la forma en que ocurrieron los hechos, incluyendo la agonía de Brian González. La psiquiatra Roxana Lugarini dijo que Oyarzún, al perseguir con su auto a los dos jóvenes que le habían robado cinco mil pesos en su carnicería, lo hizo sabiendo que “estaba corriendo un riesgo asumido”. También señaló que durante una de las entrevistas, el carnicero le contó que había sufrido varios robos.
La postura de Oyarzún en el juicio, como es de esperar, contrasta con lo que declaró Paola González, una de las hermanas de Brian. La primera sorpresa fue cuando Paola se presentó como integrante de la Policía de la provincia de Buenos Aires. “Lo primero que quiero decir es que quiero que se haga justicia, porque una vida vale mucho y no se compara con ningún bien material”. Paola González dijo que su familia está integrada “por ocho hermanos que fuimos criados con mucho amor y mucho cuidado entre nosotros”. Sobre Brian dijo que “no era un delincuente” y que no pueden explicarse por qué razón el día del hecho estaba acompañado por Marcos Alteño, a quien señaló como autor del robo. Cree que su hermano “lo llevó en su moto porque estaba asustado” y agregó que Brian “no merecía morir de esa manera porque no era un delincuente”. Durante su testimonio, el estado de ánimo de la hermana de Brian pasó todo el tiempo entre el dolor y la rabia.
A su turno, el imputado afirmó que “los delincuentes no sirven, hay que ponerlos a todos en una bolsa y tirarlos a la basura”. Advirtió que si lo condenan “va a ser con la frente en alto, como un trabajador y padre de familia, nunca como delincuente”. Los 12 jurados se reparten entre vecinos de la víctima y del acusado. Hoy declararán los testigos presenciales y mañana se escucharán los alegatos de la acusación y la defensa.