El gremio de aeronavegantes acordó ayer con la empresa Latam Argentina una recomposición salarial del 35 por ciento sobre el salario bruto a partir de enero, pero que en el bolsillo representará una mejora del 44 por ciento debido a que no se le aplicarán descuentos patronales hasta noviembre de 2017 y luego se compensarán con un bono. El mes próximo además se pagará un bono de 2000 pesos para cada tripulante de cabina y se incluyó un adicional de 2 por ciento por antigüedad. Los trazos generales ya se habían acordado a fines de diciembre pasado pero la negociación se encontraba empantanada por este último punto (la antigüedad), lo que motivó el paro y la consecuente cancelación de vuelos de este lunes. El Ministerio de Trabajo dictó entonces la conciliación obligatoria y ayer se rubricó este acuerdo.
Si bien comienza a regir desde enero, no se trata sólo de una paritaria sectorial de 2017 sino de un acuerdo que contempla una recomposición respecto de la pérdida de poder adquisitivo del año pasado que se viene discutiendo desde mediados de año, ya que estos convenios no siguen un año calendario sino que se pactan antes de diciembre, cuando inicia el período de mayor actividad aerocomercial. De todos modos, es una primera señal hacia un gobierno que pretende ponerle un techo a las paritarias de este año en torno a un 20 por ciento. Los acuerdos en Latam, empresa con casi nula vida gremial interna, suelen acoplarse a los que consiguen los distintos gremios en Aerolíneas y Austral.
En diciembre la línea de bandera negoció con la contraparte del Estado un aumento de 35 por ciento para los principales sindicatos. También hubo bonos y beneficios que llevaron a que el aumento efectivo en algunos casos llegara al 49 por ciento y una parte no remunerativa para evitar el pago de Ganancias en los primeros once meses de este año. Desde entonces los gremios iniciaron la pelea en Latam, lo que derivó en varias medidas de fuerza.
“Es un acuerdo que tiene en cuenta el año pasado. Como si fuese la última paritaria del 2016 y no sólo de este ejercicio”, señaló a este diario Andres Junor, secretario la Asociación Argentina de Aeronavegantes. “Todos los sindicatos firmaron el mismo acuerdo del 35 por ciento sobre el bruto”, agregó. La particularidad que tienen estos acuerdos es que no se realizarán descuentos patronales hasta noviembre, mes en que se ingresa al salario como remunerativo, con lo cual en bolsillo implica un aumento de 44 por ciento. En diciembre, cuando se lo incorpore al salario entrará en juego un bono de 7 por ciento sobre el bruto para compensar la caída por los descuentos. El bono se calculará sobre el promedio de los sueldos brutos de cada categoría de trabajadores para compensar la disminución en el salario de bolsillo al momento en el cual el aumento pasa a ser remunerativo, transcurridos los próximos once meses del acuerdo.
La novedad respecto de otros gremios radica en el reconocimiento de la antigüedad de cada aeronavegante, por el cual la empresa pagará el 2 por ciento del salario base bruto por año trabajado, lo que implica un aumento del 100 por ciento en este ítem, duplicándolo y fijándolo de acuerdo a lo que se reclamaba, por lo que los tripulantes con más años de antigüedad tendrán una recomposición en su salario superior al 50 por ciento.
Por último, se dispuso que las sumas no remunerativas en Latam, al igual que sucede en Aerolíneas, sean tomadas en cuenta para el cálculo de los dos medio aguinaldos de este año. “No sólo cumplimos con los objetivos planteados para esta paritaria, sino que también lo importante es que quedará abierta con la empresa una mesa de diálogo por el lapso de noventa días con exigencias particulares”, informó Junor.
Los gremios aeronáuticos cierran el 2016 como uno de los pocos que lograron ponerse en línea con la inflación, mientras que el resto perdió en promedio de seis a diez puntos de poder adquisitivo en sus paritarias respecto a los precios.