El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, propuso ayer aumentar la seguridad en las fronteras terrestres y marítimas del bloque y asimismo, apuntalar el sistema de asilo, en un intento de avanzar en materia migratoria. En su comparecencia ante la Eurocámara en Estrasburgo, el político luxemburgués, afirmó que quiere reglas claras y armonizadas que permitan facilitar las vías de la inmigración legal para extranjeros con elevada formación. El ex primer ministro propuso además, una agencia de protección de fronteras y guardia costera integrada por 10.000 efectivos.
En medio de la encrucijada en que está inmersa Europa en materia de política migratoria, y a pesar de reducirse el número de migrantes que llegan a costas europeas, Juncker afirmó que la política migratoria sigue siendo una prioridad en la Unión Europea (UE).
Con la reciente llegada del nuevo primer ministro italiano, Giuseppe Conte, Italia se sumó a la línea más dura contra la inmigración y desde entonces prohíbe que los barcos que rescatan inmigrantes, atraquen en sus puertos. Por su parte, los gobiernos en Austria y el centro de Europa sostienen que la UE sólo puede controlar la inmigración si cierra sus fronteras a las nuevas llegadas, mientras que dentro del bloque existen esfuerzos para entorpecer la redistribución de los solicitantes de asilo. “No podemos seguir peleándonos para encontrar soluciones ad hoc cada vez que llegue un nuevo barco. La solidaridad pasajera no es suficiente. Necesitamos solidaridad a largo plazo y hoy más que nunca”, dijo Juncker.
Como vía para solucionar el conflicto migratorio y aplicar políticas coordinadas, Juncker anunció planes para reforzar las fronteras europeas y en esa línea anunció que la Agencia de Fronteras de la UE (Frontex), incrementará su personal de 1.500 a 10.000 en 2020. Según la propuesta de la Comisión, Frontex debería realizar controles de identidad, negar entradas e interceptar a determinadas personas. Además, debería poder desplegar personal por fuera de la Unión Europea. Juncker propuso asimismo crear una agencia de asilo de la UE para ayudar a los países miembros a gestionar las solicitudes de asilo y acelerar la devolución de los inmigrantes en situación irregular. El político luxemburgués también instó a los países miembros a abrir más vías legales para hacer llegar a la UE a los inmigrantes más capacitados.
Por su parte, el primer ministro italiano saludó las propuestas y señaló que Europa tiene la oportunidad de abrir un nuevo capítulo en materia de migración. Otros de los planes anunciados por el presidente de la Comisión Europea, se refirieron al combate contra el terrorismo, la abolición del horario de verano, la interferencia en las elecciones y el lanzamiento de una nueva alianza con África en pos de mejorar las relaciones comerciales y las decisiones en asuntos de política exterior.
Hacia el final de su discurso, el luxemburgués subrayó la importancia de Europa en el actual escenario internacional, y en especial, reforzó la capacidad de la UE de defender sus intereses en el mundo. Juncker consideró que, ante el surgimiento de fuerzas antieuropeas, la UE debe reafirmarse en su papel como garante de la paz. “Debemos valorar más la UE, proteger su reputación. No lo digo porque piense que estemos al borde de una nueva guerra, pero hay que mantenerse siempre vigilantes. Digamos sí a un patriotismo que no se dirija contra otros”, aseguró, considerando que el nacionalismo que alimenta el odio, impide una convivencia en paz. El discurso de Juncker abordó las prioridades de la Comisión, de cara al nuevo año político y las elecciones que se celebrarán en mayo del próximo año. De ahora en adelante y para lograr su aplicación, las propuestas deberán ser aprobadas por los países miembros y por los eurodiputados.