Desde San Juan

Después de 118 años de historia, la mítica Copa Davis entrega los últimos vestigios de su formato original. Con el cambio radical ya confirmado a partir de la edición de 2019, que tendrá una primera ronda en febrero y una gran final en sede única durante una sola semana, Argentina y Colombia se cruzarán hoy en el repechaje con un lugar asegurado en el Grupo Mundial, aunque sí buscarán una victoria para lograr la preclasificación y evitar a un poderoso en la ronda inicial.

El sorteo determinó que Diego Schwartzman sea el encargado de abrir la serie frente a Santiago Giraldo, desde las 11 en el estadio Aldo Cantoni de San Juan, seguido del choque entre Guido Pella y Daniel Galán. En un cruce que tendrá los habituales partidos al mejor de cinco sets, el Peque liderará a la Argentina por tercera ocasión consecutiva después de los compromisos con Kazajistán y Chile. “Jugar primero o segundo no me modifica en nada. Las últimas dos veces que jugué singles por los puntos en la Davis arrancamos 0-1 y pude empatar las dos series. Sí podés preparar mucho mejor la entrada en calor, la comida y el descanso sabiendo la hora exacta en la que vas a empezar el partido”, analizó el número 14 del mundo en diálogo con PáginaI12, en la previa de su sexta experiencia por la ensaladera.

Ex número 28 del ranking y dos veces finalista en el nivel ATP, Giraldo regresó a la actividad en marzo después de seis meses fuera de las canchas por cuestiones físicas y personales. Schwartzman, sin embargo, sabe qué nivel de rival deberá esperar mañana: “Tengo que pensar que va a jugar el Giraldo de siempre, el que todos conocemos, y no el que intenta volver a su mejor nivel; es un jugador constante y competitivo como cualquier sudamericano, será un partido de muchos peloteos”.

Pella, por su parte, asumirá su octavo compromiso con asistencia perfecta desde su debut ante Polonia en Gdansk, por la primera rueda de 2016: “Me gusta mucho la Davis por el cariño de la gente. Sé que la semana que viene tengo que jugar en Rusia y será una gira larga pero no me importa, cada vez que vengo acá la paso bien y es una de las pocas semanas que realmente disfruto más allá del resultado”.

El bahiense, único sobreviviente del equipo campeón de aquella campaña, sólo piensa en una cosa: “Por más que no nos juguemos el ascenso directo tenemos que salir de la misma manera. Estamos clasificados pero tenemos que dejar una buena imagen y hacer lo mejor para que Argentina pueda ganar. Hay que tomarlo con la misma responsabilidad”.

Galán, su rival en el segundo turno, es el número uno colombiano y ocupa el puesto 209 del ranking ATP. “No lo conozco porque no jugué con él, sólo lo vi en videos. Sé que Cachito (NdR: Gustavo Marcaccio, su ex entrenador y actual colaborador en la capitanía de la Davis) lo vio en el US Open y lo tiene bien estudiado. El sorteo fue favorable: yo prefiero jugar después porque siempre reacciono más tarde que lo habitual, no me gusta arrancar temprano. Ahí tengo una pequeña ventaja”, le dijo el zurdo de 28 años a este medio.

El choque ante Colombia será el primero sin Daniel Orsanic como capitán desde que el ex doblista asumiera a principios de 2015. Y Pella, fiel a su estilo, expresó su opinión sin tapujos: “Yo le tengo un cariño especial porque fue el capitán que me hizo debutar. Incluso tomó decisiones difíciles, como ponerme en la semifinal con Gran Bretaña en lugar de Delbonis. Me da pena que no esté acá porque quería despedirse de otra forma. Pero hay que dar vuelta la página y mirar hacia adelante”.

Gastón Gaudio, Guillermo Coria y Guillermo Cañas, tres referentes de La Legión –la mejor camada de tenistas argentinos de la historia–, tendrán su estreno oficial como capitanes, pero será el Gato quien ocupe la silla durante los partidos: “Esto es volver a sentir algo que no sentía desde hace mucho tiempo; las sensaciones en la Copa Davis son especiales. Nada personal que hagas se compara con representar a tu país. Vos podés ganar cualquier torneo por tu cuenta pero cuando jugás con la camiseta de Argentina es totalmente distinto”.

El ex número 5 del mundo será el primer campeón en singles de Grand Slam al frente del equipo de Copa Davis. Con diez series en la mochila y 13 partidos invicto como local en su etapa como jugador, tiene muy claro cuál debe ser el mensaje para Schwartzman, Pella, Machi González y Horacio Zeballos: “Los chicos son lo suficientemente inteligentes como para sacar lo mejor de cada uno de nosotros. A muy poco de jugar, nosotros no podemos proponer muchos cambios y tampoco es la idea. Lo que podemos hacer es transmitirles la experiencia que tuvimos cuando estábamos en su situación”.

Más allá de tener la cabeza en el partido con los cafeteros, el campeón de Roland Garros 2004 exhibió su particular mirada sobre el cambio de formato: “Tengo sensaciones encontradas. En un punto creo que era necesario y por otro lado me genera nostalgia después de tanto tiempo. Fueron 120 años de historia y hay muchas cosas que se pierden, como la posibilidad de jugar de local o de visitante.

La mesa está servida en el Aldo Cantoni. En plena etapa de grandes cambios, Argentina necesita previsibilidad. Y nada mejor que un triunfo sobre Colombia para evitar un camino sinuoso en su regreso a la elite del torneo por equipos más prestigioso del planeta.