Daniel Oyarzún, el carnicero de Zárate acusado de matar a un ladrón hace dos años, fue absuelto por un juzgado popular. “No dudé nunca, yo sabía que era inocente”, celebró Oyarzún cuando salió del juzgado. El 13 de septiembre de 2016, el carnicero atropelló y mató a Brian González, uno de los dos jóvenes que habían asaltado su comercio.
Un tribunal popular de 12 integrantes declaró a Oyarzún “no culpable”. “Se siente, se siente, Billy es inocente”, cantaban frente al juzgado familiares y amigos del carnicero que habían ido a apoyarlo. El veredicto no es apelable, por lo que Oyarzún quedó definitivamente absuelto. El debate había comenzado el lunes pasado en el Tribunal Oral en lo Penal número 2, de Campana.
“Yo nunca fui un justiciero, siempre fui un laburador”, afirmó Oyarzún después de conocer el veredicto. “Voy a seguir criando a mi hija, laburar y poder volver a tener mi carnicería”, celebró entre lágrimas cuando los periodistas le preguntaron por sus planes para el futuro. También le agradeció y se abrazó a las personas que lo apoyaron y a su abogado, Ricardo Izquierdo. En una entrevista televisiva, hacia la noche, Oyarzún aseguró que persiguió a los ladrones “para buscar ayuda y recuperar mi dinero”. Fue “una reacción que tuve”, argumentó.
“Esto fue un trabajo de dos años, fuimos en contra de mucha gente que decía que había matado. No vamos a negar lo que dijimos en el alegato”, afirmó el letrado. Durante el juicio, la defensa argumentó que el carnicero había actuado en legítima defensa. Para Izquierdo, su cliente persiguió a los ladrones “en forma legítima a defender sus bienes”. “Oyarzún fue agredido en su propia carnicería y salió a mano limpia contra el delincuente que portaba un arma”, sostuvo.
Durante el juicio, Izquierdo pidió la absolución, mientras que el fiscal de la causa, José Luis Castaño, pidió que se condene a Oyarzún por el delito de “exceso en la legítima defensa”, que tiene una pena de entre 1 y 5 años de prisión. Por su parte, Ernesto Gómez, el abogado que representó a la familia de Brian González, el ladrón asesinado, solicitó una condena por homicidio simple que tiene una pena de entre 8 y 25 años de cárcel. “Fue una persona que justificó siempre lo que hizo. Nunca se disculpó. No nos deja tranquilos de que no lo pueda volver a hacer”, afirmó Gómez.
En septiembre de 2016, Marcos Daniel Alteño entró a la carnicería de Oyarzún y robó 5.000 pesos. Salió corriendo del local y se subió a una moto manejada por Brian González. El carnicero subió a su auto, los persiguió tres cuadras y chocó la moto. González quedó atrapado entre la trompa del auto y un poste y Oyarzún, junto con vecinos de la zona, le dio una paliza. La golpiza fue filmada por vecinos y dada a conocer por televisión. En la entrevista de ayer, el carnicero se negó a hacer comentarios sobre el video porque recordar “le hace mal”.
Alteño logró escapar y se entregó a la policía tres meses después. Fue condenado a 6 años y medio de prisión. González fue rescatado por bomberos y policías, pero murió.
“Yo hice lo que haría cualquier persona. Estaba en mi carnicería, trabajando. Ellos podrían haber decidido no salir a robar. Son dos delincuentes, me vinieron a robar a mí. Son las dos personas lo mismo. Todo pasó muy rápido. No supe quién subió adelante o atrás, ni quién tenía la plata. Para mí eran lo mismo”, se defendió el carnicero en el juicio.
Sin embargo, el fiscal Castaño cuestionó que en los videos no se ve a Oyarzún revisar los bolsillos de González para recuperar el dinero que le habían robado. “Si fue a ‘recuperar lo suyo’, como dice ¿por qué no buscó la plata?, ¿por qué tomó la actitud de seguir golpeándolo en el suelo?”, preguntó el fiscal. Oyarzún respondió: “”Acá hubo un accidente con tanta mala suerte que el chico estaba ahí. A mí nadie me ayudó, nadie me devolvió nada”.