WhatsApp, IMessage, Messenger o Gmail tendrán que hacer frente a políticas sobre seguridad más duras en lo que concierne al seguimiento de los usuarios, al menos en los países de la Unión Europea. Así lo resolvió la comisión ejecutiva del bloque regional. Estas aplicaciones online tendrán que garantizar la confidencialidad de las conversaciones de sus usuarios y solicitar su consentimiento antes de empezar a seguirles online para ofrecer anuncios personalizados. Este método es el más utilizado para rentabilizar y generar ingresos en dichas aplicaciones. La propuesta de la Comisión Europea aplica a estos servicios normas similares a las que hacen frente las compañías de telecomunicaciones en territorio comunitario. De este modo, la UE busca cerrar el hueco legal que ser percibe entre los servicios que funcionan online, como Facebook, Google o Microsoft; y las propias compañías que dan acceso a Internet.