El candidato a la presidencia de Brasil por el Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, visitó la favela de Rocinha en un acto de campaña en la zona sur de Río de Janeiro. Acompañado por Manuela D’Avila, su candidata a vice, y miles de simpatizantes, Haddad compartió el proyecto de país que propone el PT de cara a las elecciones de siete de octubre. En paralelo, y como denuncia de la frágil situación que atraviesa la democracia brasileña, con la proscripción de Luiz Ignacio Lula Da Silva, ex presidente y líder del PT, y con el candidato del Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro, como víctima de un ataque, la Fundación Perseo Abramo, vinculada al PT, inauguró en San Pablo,el Seminario internacional “Amenazas a la Democracia y la Orden Multipolar”.
En su caminata por el tradicional barrio de Río de Janeiro, frente a periodistas y ciudadanos, Haddad explicó los beneficios que recibirían las comunidades de Brasil, con el nuevo Plan de Gobierno. “La mayor reivindicación de esas comunidades es la reanudación de las obras del PAC. Primero porque mejora la calidad de vida y segundo porque genera empleo inmediatamente, para una juventud que está sin opción”, dijo el candidato. El PAC es un programa de aceleración del crecimiento que incluía el desarrollo de obras de infraestructura, una política pública lanzado en 2007 por el entonces presidente Lula. Haddad consideró entonces, que el relanzamiento del PAC responde a la necesidad generar empleo y mejorar la calidad de vida de las personas. “Sin inversión pública, sin consumo de las familias, sin crédito barato, la economía no va a retomar el crecimiento y ahí el problema fiscal va a agravar en lugar de mejorar. Necesitamos un trípode y las obras del PAC tienen que tener un espacio fiscal en el presupuesto. Cuanto más la obra genera empleo e impacta a las comunidades que tienen más necesidades sociales, mejor”, afirmó el candidato del PT. En cuanto al plan económico, propuso realizar una reforma tributaria e incluir en ella el impuesto de renta justo, Una de las propuestas del plan de gobierno es realizar una reforma tributaria, que incluye el impuesto de renta, del que quedarán exentos quienes cobren hasta cinco salarios mínimos. También afirmó que está dentro de los planes económicos impulsar una reforma bancaria con el fin de disminuir las tasas de interés. Cuestionado por temas de seguridad, afirmó que su meta es disminuir la violencia.
En tanto, en el simposio de San Pablo, se dieron cita la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, junto a líderes europeos, entre ellos Dominique de Villepin y Massimo D’Alema, exprimeros ministros de Francia e Italia, respectivamente, y denunciaron su preocupación frente al proceso electoral en curso. Hoffmann afirmó que el veto a la candidatura presidencial del exmandatario Lula, quien está preso en Curitiba desde abril, desestabiliza el normal desarrollo de las elecciones. “La gravedad de lo que vivimos en Brasil es muy grande. Tenemos recelo de lo que puede pasar en las elecciones”, consideró la política. La presidenta del PT abrió el foro “Amenazas a la democracia y al orden multipolar”, en donde también estuvieron presentes el exjefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y diferentes académicos, como el linguista, filósofo y activista estadounidense Noam Chomsky.
Hoffmann aseguró que en Brasil no hay una normalidad democrática desde la destitución en 2016 de la entonces presidenta Dilma Rousseff y la posterior aprobación de las reformas de neoliberales que impulsó su sucesor, Michel Temer. Asimismo subrayó que la inhabilitación de Lula responde al único objetivo de sacarlo de la carrera presidencial. “No estamos seguros de que esta elección transcurra como una elección normal, va a depender del desempeño que el PT tenga. Y aunque tengamos un desempeño bueno, podemos estar sujetos a otros factores de intervención, indicó Hoffmann.
El PT insistió hasta el último momento en la candidatura de Lula, condenado a 12 años de prisión por hechos de corrupción que él mismo niega, y en su participación en las elecciones del próximo octubre. Sin embargo, la candidatura de fue vetada por el Tribunal Superior Electoral (TSE) en virtud de una norma que prohíbe que condenados en segunda instancia, como es su caso, puedan postularse a cualquier cargo público. A pesar de su formal inhabilitación, el ex presidente de Brasil lidera las encuestas con una intención de voto de 40 por ciento. Luego de que la justicia desestimara los recursos presentados por la defensa y por entidades internacionales como las Naciones Unidas (ONU), el PT anunció la candidatura de Haddad en lugar de Lula y postulación de D’ Avila, militante del Partido Comunista de Brasil (PCDB), como vicepresidenta. “Tenemos que llamar la atención de lo que está pasando en Brasil porque lo que pasa aquí tiene una repercusión muy grande en América latina y en el continente africano”, denunció Hoffmann.