El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó ayer que no descarta una intervención militar en Venezuela, ante la crisis social y política que vive el país. En respuesta, la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, adelantó que denunciaría a Almagro por lo que consideró como acciones intervencionistas. A pocas horas de conocerse las declaraciones del secretario, el presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó su rechazo en Twitter.
En rueda de prensa del lado colombiano del puente internacional Simón Bolívar, que separa la frontera con Venezuela, Almagro aseveró que no descarta ninguna opción para derrocar al régimen de Nicolás Maduro. “Las acciones diplomáticas están en primer lugar, pero no se pueden descartar otras”, afirmó. Ante esas declaraciones, Rodríguez respondió que Almagro, busca revivir las peores épocas de intervención imperialista en la región. “Almagro pretende revivir los peores expedientes de intervención militar imperialistas en nuestra Región, cuya estabilidad está seriamente amenazada por la demencial actuación de quien usurpa de forma desviada y abusiva la secretaría general de la OEA”, aseveró la vicepresidenta de Venezuela y afirmó que denunciará ante la ONU, y otras instancia internacionales, “la forma vulgar y grotesca que ostenta la dirección la Secretaría General del órgano internacional”.
El secretario de la OEA viajó ayer a la cuidad fronteriza de Cúcuta (este de Colombia) para dialogar con los miles de venezolanos que emigran a diario en búsqueda de mejores condiciones de vida. “Definitivamente el régimen de Nicolás Maduro está perpetrando crímenes de lesa humanidad contra su población, está incurriendo en violaciones de derechos humanos, en sufrimiento de la gente, está impulsando un éxodo inducido”, consideró Almagro ante las preguntas de periodistas. El secretario, que estuvo acompañado en su rueda de prensa por el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo García, y el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, lamentó el dolor y el sufrimiento del pueblo venezolano. “Un pueblo venezolano que hoy es víctima de la represión, pero una represión distinta, incluso a las demás dictaduras que hemos tenido en el continente; en este caso es la miseria, es el hambre, es la falta de medicamentos como instrumentos represivos para imponer una voluntad política al pueblo”, afirmó. A renglón seguido declaró no haber visto nunca un gobierno tan inmoral que se niegue a aceptar la ayuda internacional, en medio de lo que definió como una crisis humanitaria. “Eso es absolutamente inadmisible y no lo podemos permitir, la ayuda humanitaria tiene que llegar a Venezuela”, subrayó, mientras emigrantes venezolanos se acercaban a escucharlo. El secretario general de la OEA evaluó que Venezuela no es una república democrática, por lo que sugirió la inminencia de una ayuda de la comunidad internacional, en especial financiera, para contribuir a frenar el éxodo de ciudadanos a otros países de Sudamérica. “La comunidad internacional definitivamente tiene que dar respuesta a esto, la comunidad internacional es responsable y no puede permitir una dictadura en Venezuela, una dictadura que afecta la estabilidad de toda la región, la afecta a partir del narcotráfico, la afecta a partir del crimen organizado, la afecta a partir de la profunda crisis humanitaria que ha creado”, concluyó.
Desde la red social Twitter, el presidente de Bolivia manifestó el repudio a la sugerencia de Almagro de intervenir militarmente el país centroamericano. “Así confirma que dejó de ser secretario general de la OEA para convertirse en un agente civil del golpismo de Donald Trump. Atentar contra Venezuela es atentar contra AmericaLatina”, denunció Morales. No es la primera vez que el mandatario boliviano acusa al secretario de la OEA de coincidir con las propuestas de Trump.
Cerca de 2,3 millones de venezolanos huyeron de su país en los últimos años, según informó la ONU, que atribuyó las causas a la falta de alimentos y medicinas. La mayor parte de estos exiliados se dirigieron a Brasil, Ecuador, Perú y Colombia, lo que provocó medidas proteccionistas de esos países hacia los migrantes, como por ejemplo, el pedido de pasaportes para realizar el ingreso. Además, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), informó que en Venezuela más de 100.000 pacientes del VIH-sida están en riesgo por falta de acceso a los medicamentos necesarios y que han vuelto enfermedades previamente erradicadas como el sarampión, la malaria, la tuberculosis y la difteria. En un intento de repatriar a sus ciudadanos exiliados, Maduro lanzó el Plan Vuelta a la Patria, con el que ya volvieron, según el gobierno, casi 3000 venezolanos en micros y aviones que salen desde los países que los alojan. Para ello, Venezuela actúa junto a la Organización Internacional para las Migraciones.