Nuevas declaraciones de la gobernadora María Eugenia Vidal sobre Moreno despertaron esta respuesta del gremio docente: “Ni siquiera tomaron lo que vivimos como una situación de crisis”, dijo a PáginaI12 Mariana Cattaneo, la secretaria distrital del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires, Suteba. “Para Vidal somos como un laboratorio”, agregó. La gobernadora declaró a La Red que “Moreno es un distrito enorme con un Estado que no está presente y como no hay una batalla clara contra punteros y narcos ese trabajo hoy lo hace la provincia”.
Vidal hizo esa alusión al contestar preguntas sobre el secuestro de la docente Corina de Bonis, a quien sus torturadores le grabaron una inscripción en la piel. Decía “olla no”.
“Están experimentando con nosotros como si fuéramos una prueba piloto”, dijo Cattaneo. “Experimentan qué pasa cuando un distrito es abandonado por el Estado provincial más allá de la persistencia del aparato represivo y del mantenimiento de suministros para ciertos niveles de subsistencia. La Gobernación avanzó en cartas-acuerdo con los municipios y en algunos casos, como en el de Moreno con el intendente Walter Festa, les transfirió dinero. Después apuntan los cañones a que los intendentes no gastan supuestamente todo el dinero en educación.”
“Los intendentes siempre echaron mano de los fondos, quizás hasta para pagar sueldos”, explicó Cattáneo. “Siempre fue así y Festa no es una excepción, es la regla. Pero eso no exime a la provincia de la responsabilidad en el sostenimiento de los edificios. El sostenimiento de las escuelas no es municipal.”
La dirigente del Suteba dijo que un hito negativo fue, en diciembre de 2017, la eliminación de la unidad ejecutora provincial creada para escuelas nuevas. “Al disolverla consolidaron la paralización de las obras. No les pagaron, no rescindieron los contratos. Dejan las obras paradas. Ahora retomaron el tema por la muerte de Sandra Calamano y de Rubén Rodríguez, que si no todo sería como siempre.”
Mientras tanto, de cualquiera manera, “siguen sin resolver la comida”. Cattaneo lo explicó así: “Diez días después de las dos muertes los proveedores empezaron a distribuir los alimentos secos. Las escuelas por su cuenta o hicieron la olla o entregaron las bolsitas para los más pobres de los pobres.”
Su idea de que se trata de un experimenta se basa en que, a su juicio, “midieron a ver si Moreno explotaba sin molestar fuera del distrito, como si fuera solo un problema local y no un fruto de políticas de recorte y ajuste del Estado provincial”.
Contó que la nueva interventora designada por el encargado provincial de Educación Gabriel Sánchez Zinny en el Consejo Escolar “hasta sugirió reemplazar la comida de las escuelas que no funcionaban porque no había gas por dos empanadas, o por un sandwich de milanesa, o por uno de salame y queso”.
“En 2012 hubo un tornado”, recordó Cattaneo, que es profesora de Historia. “Se formó un comité de crisis y se vio cómo se resolvía. Acá no constituyeron un comité de crisis porque lo proponíamos nosotros desde el acampe frente al Consejo Escolar. La filosofía es que nos arreglemos. Y no es impericia ni son improvisados. En Capital montaron un sistema de viandas. Saben cómo funcionan esas cosas. Nos están probando a ver dónde llegamos y cuándo explota.”
“La teoría del laboratorio se reafirma cada día”, dijo la dirigente local del Suteba. “El intendente hace todo mal pero no es el responsable. Los comedores barriales, por otra parte, ya están presionados por la situación social. Mañana, lunes, tendremos la primera reunión del comité de crisis. Veremos si modifican algo. ¿Será que no lo hicieron antes y actúan por las circunstancias? En marzo el interventor del Consejo Escolar Sebastián Nasif, también puesto por Sánchez Zinny, llegó con una carpeta a una reunión y planteó que no podía modificar los cupos. Para marzo de 2018 usó el número de 2016. Creció la población y crecieron los chicos. Pero él no tuvo en cuenta ese pequeño detalle. Estamos pidiendo la corrección. Si no pasa que sobre la miseria, habrá más miseria.”
“Que no hablen de amenazas de bomba, porque el año pasado vivimos un festival de amenazas y la provincia no hizo nada”, dijo Cattaneo. “Suspendíamos, poníamos a los chicos en la calle porque en Moreno no tienen dónde ir, y nada. Resulta que además Vidal ya era gobernadora y sigue siéndolo. Llegamos a tener 25 amenazas de bomba por día. Lo mismo en Merlo y en Morón.”
El secretario del gremio más numeroso de los que representan a la educación pública dijo que “por suerte hay mucha organización y mucha paciencia”.
“Liberaron Moreno para que actúen los grupos de tareas pero no nos vamos a rendir”, dijo.
“Una prueba de cómo piensan es una escuela de Moreno que antes era nacional”, explicó Mariana Cattáneo. “Como siempre tuvo una cooperadora fuerte y comprometida, la provincia no hizo obras en el edificio porque la propiedad no había quedado clara. Hoy tampoco la inspeccionan por el gas y piden que la escuela contrate por su cuenta. Así piensan. Como si todas las escuelas de la provincia de Buenos Aires estuvieran fuera de su responsabilidad.”