El arte y los derechos humanos dialogan en una muestra que inaugura esta tarde en la sede del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y que incluye obras de León Ferrari exhibidas por primera vez. Colores humanos es una iniciativa conjunta entre esa institución y la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo (Falfaa). La inauguración es a las 18 en Piedras 547 y contará con música en vivo de Mariana Debenedetti y serigrafías del proyecto Estampida. La exposición abarca obras de otros artistas, como Ernesto Bertani, Marcelo Brodsky, Miguel Patricio Harte y Graciela Hasper.

“Hay una relación fuerte entre mi familia, la fundación y el CELS, porque ellos llevan la causa del hijo de León, Ariel, que está desaparecido”, cuenta Paloma Zamorano, una de las nietas del artista. Entre las ilustraciones que él hizo del Nunca más, algunas están inspiradas en el relato de Adolfo Scilingo dirigido a Horacio Verbitsky, titular del centro. Además, la organización gestiona el derecho de imagen de las obras del artista. “No sólo trabajamos en los ámbitos institucionales del arte, como las galerías, los museos y las universidades, sino que también armamos estos espacios más alquímicos”, define la integrante de Faalfa.

El CELS cuenta con un acervo de obras donadas por artistas, entre ellos Ferrari. También Bertani, Brodsky, Harte, Hasper, Hernán Reig, Daniel Ontiveros, Javier del Olmo, Federico Lanzi, Grupo Doma, Federico Villarino y la propia Zamorano. Obras de todos ellos se podrán ver en el marco de la muestra, con la denuncia de la injusticia y la desigualdad como sintonía. En cuanto a las obras de Ferrari, su nieta adelanta que “casi todas son inéditas”. “Gran parte de la obra de León no se conoce. Va a haber trabajos más plásticos y otros más temáticos. Hicimos una vitrina con objetos. Hay una escultura sonora, dibujos y bastante collage. Apela a las imágenes inconscientes del espectador. Se van a organizar visitas al CELS con las obras de León, con conversatorios e invitados”, puntualiza. 

“Hay una parte de la obra seleccionada que es muy gráfica, simbólica, de rápida lectura, de efecto literal, que tiene el eje de los derechos humanos. Pero, por otro lado, la selección fue un desafío, porque el CELS está todo el tiempo en contacto con estas temáticas. Empezamos interviniendo el Centro, sin la intención de abrirlo al público. Fue un trabajo interno que empezó hace dos años, a modo de co-creación. La curaduría se pensó por fuera de los parámetros del arte. Las obras estarán en todas las oficinas y el auditorio”, describe Zamorano. 

Faalfa, el CELS y la Fundación Espigas preparan otro proyecto en torno a correspondencia de distintos momentos de la vida del creador. “Buscamos generar un acervo que se pueda ver. Hay cartas entre León y mis familiares durante los años de exilio; otras dirigidas a Julio Cortázar, Fernando Birri, Rafael Alberti. Es increíble leerlas”, dice Zamorano. En efecto, la correspondencia fue el punto de partida en la relación entre el Centro y la familia del autor de La civilización occidental y cristiana. “Cuando falleció nos acercamos con la idea de que podían funcionar para los juicios de la ESMA, y nos dimos cuenta de que éramos afines. Tenemos muy activa la línea de derechos humanos de León. En el hacer, él iba transformando la realidad misma. No sólo la suya, sino la de todos nosotros”, se explaya.

“La esencia de León es su corazón. Su manera de amar y hacer. Tenía un claro compromiso con la vida. Es un humanista. No es un artista solamente o un provocador. Es un pensador, un lingüista, un epistemólogo, un antropólogo del infierno. El arte para él no era sólo en un marco, cualquiera sea: el de un cuadro, la institución, el de la historia del arte. Profesionalmente llegó hasta donde llegó por aspectos que trascendieron a los ámbitos del arte”, lo recuerda su nieta, y evoca el episodio ocurrido en 2004, cuando él expuso en el Centro Cultural Recoleta una retrospectiva que desató la ira de grupos ultrareligiosos, rotura de obras, la clausura de la muestra y finalmente la reapertura por decisión de la Justicia, así como también uno de los más interesantes debates en la historia del arte argentino. Pensando en aquél hecho, no hay dudas de su vigencia, en estos tiempos de debate por la legalización del aborto. El, claro, se manifestó a favor. El vaciamiento de las políticas de derechos humanos también hace necesario el repaso de su obra. 

Dentro de Colores… habrá ilustraciones del Nunca Más, editado por PáginaI12 a mediados de los noventa. También, de los nunca vistos, trabajos que comenzó una vez que culminó aquella célebre exposición, cuando experimentó con nuevos materiales y con mandalas.

Mariana Debenedetti estrenará hoy, acompañando la inauguración, una canción con letra sobre Santiago Maldonado. En octubre, en el marco de la exposición habrá una función de Cuarto intermedio: guía práctica para juicios de lesa humanidad, performance en la que el escritor Félix Bruzzone, la abogada y actriz francesa Mónica Zwaig y el cineasta Juan Schnitman retratan aspectos delirantes y poco explorados de juicios como el de la ESMA. Las visitas guiadas están previstas para el 15 de octubre, el 16 de noviembre y el 5 de diciembre.