PáginaI12 En Brasil
Desde Brasilia
Luiz Inácio Lula da Silva escribió a mano alzada: “faltan tres semanas para las elecciones y tenemos una gran misión por delante, es hora de de ir puerta por puerta para defender nuestro proyecto”. A través de esas pocas líneas redactadas sobre un papel amarillento en un calabozo de Curitiba se dirigió a los más de dos millones de afiliados del Partido de los Trabajadores (PT) para redoblar el activismo de cara a los comicios.
A pesar de su incomunicación –no puede grabar videos ni dar entrevistas– el jefe petista es la figura determinante en la pelea por la presidencia que tendrá su primer turno el 7 de octubre y un probable ballottage 21 días después. Obligado a renunciar a su candidatura el martes pasado escogió como sucesor a Fernando Haddad. Tres días después de ser aclamado candidato el pupilo de Lula creció del 9 al 13 por ciento de intenciones de voto proyectándose como posible adversario en la segunda vuelta del capitán retirado Jair Bolsonaro que tiene el 26 por ciento y continúa internado tras ser apuñalado durante uno de sus actos de campaña.
Desde que fue ingresado en la Superintendencia de la Policía Federal hace cinco meses y 10 días, Lula recibió más personalidades internacionales de peso que Michel Temer. Ocurre que prácticamente nadie se interesa en ir hasta el Palacio del Planalto, en Brasilia, cuyo ocupante tiene el 3 por ciento de apoyo contra el 40 del ex mandatario según los indicado por las encuestadoras privadas. Este fin de semana el ex ministro de Relaciones Exteriores argentino Jorge Taiana, el intelectual norteamericano Noam Chomsky y otras personalidades viajaron a Brasil donde participaron en un seminario organizado por el PT.
“Es gravísimo que Lula esté preso y que no se respeten las garantías constitucionales” sostuvo Taiana quien se encontró con Fernando Haddad.
El flamante candidato petista Haddad participó ayer la tarde en un caminada por la Avenida Paulista, en el centro de San Pablo.
“En la región hay una embestida judicial, política y mediática muy fuerte contra los liderazgos nacionales y populares”, señaló el diputado argentino en el Parlasur.
Noam Chomsky hizo hincapié en la degradación institucional brasileña.
“Todos estamos pensando en el problema de la democracia en Brasil, un problema contundente, no podemos dejar de reparar en que Lula tiene derecho a ser candidato a la presidencia”, planteó el lingüista.
El seminario contó con la participación del ex jefe del gobierno socialista español José Luis Rodriguez Zapatero, su colega el ex premier italiano progresista Massimo D’Alema y el conservador Dominique de Villepin que fue primer ministro francés.
Los participantes del seminario celebrado en San Pablo coincidieron en elogiar la trayectoria de Lula.
El ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, Cuauhtémoc Cardenas, habló sobre la visita que realizó a su viejo “amigo y compañero” en Curitiba.
El antiguo dirigente de la izquierda mexicana reconoció que temía ver a un hombre abatido “pero lo que encontramos fue una persona que levantó nuestro animo, nos hizo ver que continúa combativo para acabar con esta situación de este gobierno golpista”.
Los expositores situaron a la crisis brasileña dentro de un cuadro de declinación democrática y ascenso de fuerzas ultraderechistas a escala mundial.
Chomsky se dijo “preocupado” ante el estado de la “democracia en buena parte del mundo, un ejemplo son las elecciones recientes en Suecia donde los partidos de la extrema derecha ganaron terreno”. Y esbozó un paneo sobre el surgimiento en Europa de fuerzas “xenófobas con raíces en el nazismo”. La Liga (ex Liga Norte) en Italia y el Frente Nacional de Francia son expresiones de ese movimiento cuyo radio de influencia no se limita a Europa.
Los disertantes también citaron al presidente filipino Rodrigo Duterte y a su homólogo norteamericano Donald Trump, admirado por Jair Bolsonaro.
Precisamente ayer Bolsonaro agradeció el respaldo recibido desde Italia por el vice premier Matteo Salvini, referente de la Liga.