A lo largo de 36 años, Torneos y Competencias (TyC) acaparó la pantalla deportiva. Del programa de golf con que nació en 1982 a la dueña del negocio y productora hegemónica de contenidos, atravesó por distintas etapas. Siempre cerca del poder, de gobiernos a los que sirvió o se valió, asociada con el grupo Clarín, cooptada por el CEI del banquero Raúl Moneta o controlada por el sobornador arrepentido Alejandro Burzaco. Su historia es la historia del fútbol argentino televisado. Hay un antes y un después de su irrupción en el paisaje mediático de Argentina. Como también, del escándalo de las coimas de la FIFA producido en 2015 y tras el cual su influencia comenzó a resquebrajarse. Ese fue un punto de inflexión. Pero hace diez días volvió a sufrir otro golpe. Perdió la producción y distribución de la señal internacional del certamen con más audiencia de Latinoamérica: la Copa Libertadores. Además de la Sudamericana y la Recopa. El grupo Mediapro de España le ganó una licitación convocada por la Conmebol, su vieja socia en el bastardeado mercado de los derechos de TV. Para Carlos Avila, el padre de la criatura, “esa etapa ya pasó, ya está, no me remueve nada”. Es el pasado de esplendor que no volverá.
El empresario por ahora retirado menciona las versiones que andan dando vueltas. “Escuché que la compra Mediapro, que la compra IMG, ya escuché varios rumores, y no sé en qué va a quedar todo eso. Lo que pasa es que DirecTV es el accionista principal.” La compañía de Estados Unidos continúa su sociedad con la familia Nofal y el fondo DLJ Merchant Banking. El ex CEO de TyC Burzaco se vio forzado a vender el 11 por ciento de las acciones que mantenía cuando se destapó el FIFAgate. De acuerdo al edicto publicado en la página 54 del Boletín Oficial del 16 de mayo de este año, su presidente es Michael Webster Bowling, su vice Daniel Alejandro Nofal y sus directores titulares Eduardo Manuel De Abelleyra, Jorge Alberto Pose y Richard Cormack Nerod.
De este directorio con algunos apellidos gringos a aquella etapa a fines de la década del ‘80 y con Avila al frente de TyC, pasaron casi 30 años. La empresa que hoy mantiene su sede en el edificio circular de San Telmo, en Balcarce y Venezuela, alquilaba oficinas en la calle Libertad a pasos del teatro Colón. En 1991 se adjudicó de manera directa los derechos del fútbol argentino, al siguiente empezó a organizar los torneos de verano y en 1994 creó con el grupo Clarín la señal TyC Sports, una sociedad que se mantiene hasta ahora.
En uno de los primeros contratos que firmó con la AFA el 20 de septiembre de 1990, recibió los derechos para televisar un partido por fecha que quedaba ad referéndum de Julio Grondona. Los demás encuentros podían ser vendidos “como edición resumida y/o noticioso comercial” por la compañía. Fútbol de Primera, su programa de cabecera, ya venía emitiéndose desde 1985. La productora pagó 500 mil dólares escalonados en ocho cuotas por la temporada 1990-91, 600 mil por la siguiente y 700 mil por la 1992-93.
Pero no fueron esos contratos los que proyectaron la expansión de Torneos. Hubo uno que resultaría clave y lo firmaron por la parte empresaria el propio Avila y Julio José Martínez Vivot, un representante de Clarín a nombre de Televisión Satelital Codificada (TSC), la compañía que dominó el negocio del fútbol televisado por espacio de casi 18 años. Un control que recién lo perdería cuando la AFA le rescindió el vínculo en agosto de 2009 a instancias del gobierno de Cristina Kirchner. Comenzaba el Fútbol para Todos en sociedad con el Estado nacional que se prolongaría entre el 21 de agosto de 2009 y el 27 de junio de 2017. La historia que sigue es conocida. Turner y Fox son los dueños de los derechos del fútbol, Clarín su socio en la distribución del producto a través de Cablevisión –el mayor captador de abonados del país– y Torneos y Competencias produce los contenidos de la Superliga.
Una fuente de la industria consultada por Líbero cuenta que “Torneos perderá mucho trabajo con la licitación que le ganó Mediapro Argentina, pero todavía controla derechos, tiene la producción del fútbol nacional, la Copa Argentina y todo lo que manejaba la empresa Santa Mónica, la Selección Argentina en las Eliminatorias, TyC Sports a medias con Clarín y algunas cosas más”. Según su página corporativa, “produce más de 20 mil horas anuales de programación para las principales señales de Latinoamérica: Fox Sports, DirecTV Sports, TyC Sports y los canales de aire El Trece y Canal 9”. Además trabajó con sus equipos y logística en nueve Mundiales de fútbol, 19 Copas Libertadores, 18 Copas Sudamericanas, 11 Copas Davis, 27 torneos de Verano y 11 ATP de Buenos Aires.
La Conmebol estaba obligada a guardar las formas, a hacer olvidar rápidamente a sus dirigentes corruptos con condenas o a la espera de un juicio de extradición a Estados Unidos. Por eso delegó la organización de una licitación en FC Diez Media, la sociedad entre IMG y Perform que la asesora. Se presentaron Mediapro, TyC y la brasileña Casablanca. Ganaron los españoles y a partir de 2019 arrancarán su trabajo por cuatro años. La productora que tuvo tantos dueños como Avila, Nofal y Burzaco; Clarín, Moneta y DirecTV, que no puede arrogarse el progreso y la innovación en el fútbol televisado como en el pasado, que perdió terreno en cuanto aparecieron competidores, ha tenido un pronunciado declive. Le ha ocurrido igual que a su tecnología fetiche de los años ‘90, el promocionado telebeam caído en desuso. Hoy es el turno del VAR. La Conmebol lo puso en práctica el año pasado. El proveedor de la tecnología es también Mediapro. Torneos ya no está sola en los rubros que siempre se destacó. Ahora tiene competencia.